El examen de conducir de EEUU que podría llegar a España: giro en la DGT
En España, alcanzar la mayoría de edad a los 18 años abre un abanico de oportunidades y responsabilidades, y una de las más ansiadas es la posibilidad de sacarse el carnet de conducir. Sin embargo, el sistema actual de formación vial, que implica un examen teórico y un examen práctico supervisado por un examinador oficial, no ha logrado satisfacer la creciente demanda. Como resultado, la Dirección General de Tráfico (DGT) está considerando la posibilidad de adoptar el modelo de examen de conducir de EEUU y permitir que los nuevos conductores realicen prácticas bajo la supervisión de tutores no profesionales, como familiares o amigos con experiencia al volante.
Este modelo, que ya ha sido implementado en algunos países, busca agilizar los tiempos de espera y reducir los costes de la formación vial, aunque ha generado cierta controversia. Esta propuesta ha surgido a raíz de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que aboga por una reforma que permita a los futuros conductores hacer prácticas fuera de las autoescuelas, con el fin de aliviar la saturación de estos centros y fomentar una formación más flexible. Sin embargo, esta medida ha encontrado una férrea oposición en el sector de las autoescuelas, que consideran que esta iniciativa podría disminuir la calidad de la enseñanza y aumentar el riesgo de accidentes en las carreteras.
Así es el examen de conducir de EEUU
El contexto actual de las autoescuelas y la DGT en España es complejo. Durante años, las autoescuelas han jugado un papel crucial en la educación vial, proporcionando la formación teórica y práctica necesaria para que los futuros conductores puedan obtener el carnet de conducir.
Sin embargo, la acumulación de alumnos que esperan meses para realizar el examen práctico se ha convertido en un problema para muchos aspirantes. En este contexto, la idea de permitir la conducción acompañada por tutores no profesionales podría aliviar la presión.
Este modelo de conducción acompañada no es algo completamente nuevo. Países como Estados Unidos, Francia, Suecia y Reino Unido ya han implementado sistemas similares, en los que los conductores noveles pueden realizar prácticas con tutores que no son necesariamente profesionales. En estos países, las reglas varían, pero en general, los tutores deben cumplir ciertos requisitos, como tener una experiencia mínima al volante y no haber cometido infracciones de tráfico.
De esta manera, se busca equilibrar la flexibilidad de la formación con la necesidad de garantizar la seguridad vial. Sin embargo, los resultados en términos de siniestralidad no han sido del todo favorables. En muchas de estos países, los conductores noveles que aprueban el examen tras haber sido supervisados por tutores no profesionales tienen una tasa de accidentes más alta que aquellos que han pasado por un proceso de formación más riguroso en una autoescuela.
En España, la propuesta de la CNMC se encuentra en fase de estudio. Las autoridades han expresado su interés en investigar si esta medida podría tener un impacto positivo en los tiempos de espera, los costes y, en última instancia, en la seguridad vial. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que la implementación del examen de conducir de EEUU dependerá de un análisis exhaustivo que garantice que la seguridad de los conductores no se vea comprometida.
Por otro lado, las autoescuelas han mostrado su preocupación ante la idea de permitir que los futuros conductores practiquen sin la supervisión de un instructor profesional. Según la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE), esta medida podría tener efectos negativos en la calidad de la formación y en la seguridad de los conductores noveles. Los representantes del sector aseguran que la formación en una autoescuela no se limita sólo a enseñar a manejar un vehículo, sino que también incluye la formación en actitudes responsables y conscientes al volante. Para las autoescuelas, esta propuesta podría reducir el enfoque pedagógico y la responsabilidad en la conducción, lo que podría aumentar el riesgo de accidentes.
Proceso
El proceso para obtener el carnet de conducir en Estados Unidos varía según el estado, pero normalmente comienza al cumplir con la edad mínima requerida, que suele ser de 16 o 18 años. En primer lugar, tienen que aprobar un examen teórico sobre reglas de tráfico y señales, y proporcionar documentos que verifiquen su identidad y residencia.
Una vez obtenido el permiso de aprendizaje, los conductores noveles deben acumular un número determinado de horas de práctica de conducción bajo la supervisión de un tutor, que generalmente es un familiar o amigo con experiencia al volante. En muchos estados, también es necesario completar un curso de educación vial que cubre aspectos teóricos y prácticos de la conducción segura.
El siguiente paso es presentarse el examen práctico, que evalúa las habilidades del conductor al volante. Después de aprobar los exámenes teórico y práctico, se puede obtener una licencia provisional si el conductor es menor de 18 años, o una licencia completa si es mayor de 18.