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Están por todas partes: el mapa de ‘radares invisibles’ que tiene la DGT en España

Señal de radares
Los radares son un elemento disuasorio para la DGT.

En la DGT tienen distintas herramientas para el control de los límites de velocidad y que sean respetados en la totalidad de red viaria de nuestro país. La variedad es importante, desde los radares que podríamos denominar como más tradicionales, así como los de tramo o incluso aquellos que son más minimalistas que son difíciles de percibir mientras conducimos, caso de los velo láser.  Estos son los de tamaño más pequeño y de mayor efectividad para el organismo que dependiente del Ministerio del Interior.

El porcentaje cada vez es mayor

La presencia en las carreteras cada vez es más importante y ahora existen unas 60 de estas unidades móviles. Uno de los sellos de identidad que tienen es su discreción, puesto que solo miden unos 50 centímetros de altura y pesan dos kilos, siendo uno de sus sellos de identidad.

Pueden ser colocados junto a los guardarraíles, cabinas laterales o pórticos, sobre un trípode o hasta dentro de los coches de la Guardia Civil o de la Policía.

Disponen de una batería autónoma de cinco horas y conectividad WiFi, de tal forma que pueden trabajar en casi cualquier sitio que sea preciso.

Otra de las características de dichos radares velo láser es lo precisos que son, de tal forma que pueden detectar los excesos de velocidad a una distancia que puede oscilar entre los 15 y 50 metros en ambos de circulación a la vez.

Los podemos encontrar en muchas partes de España

Como decimos, podemos distinguirlos entre distintas clases de vehículo, pesados y ligeros, aplicando límites de velocidad que correspondan en cada uno de los casos. Aunque su presencia suele ser más común en entornos urbanos, cada vez es más habitual verlos en otras clases de vías.

El problema que hay para dar con ellos muchas veces, lo que hace es que los usuarios acaben comunicándose entre ellos mismos para informar de sus localizaciones.

Las mismas las recoge Social Drive, que mediante un mapa va a publicar la ubicación de esta clase de radares. Cada vez que encontramos una localización nueva y se informa sobre ella, los responsables la actualizarán para que la conozcan los conductores.

Muchos de estos de los que hablamos, como aparecen en el mapa de radares, los podemos encontrar en la Comunidad de Madrid, Galicia, Castilla La Mancha, Castilla y León, Comunidad Valenciana y la Región de Murcia.

Esta clase de radares los usa la DGT desde, como mínimo, 2018. Las operaciones para instalarlos y desinstalarlos son tan rápidas que podemos trabajar en distintos puntos en el mismo día.

Ventajas y desventajas de los radares de tráfico

Hablando de los radares, veamos algunas de las cosas positivas y otras no tanto, que tienen los radares de tráfico.

Ventajas

  • Menos accidentes: de los objetivos más importantes es la reducción de la velocidad de los coches, lo que hace que se reduzca la probabilidad de accidentes graves y fatales, puesto que la velocidad excesiva es un factor que contribuye a muchos percances en la carretera.
  • Mejoría la seguridad de las carreteras: ayudan a que se cree un entorno más seguro, puesto que los conductores son más conscientes de cómo van y de la necesidad del cumplimiento de los límites.
  • Más conscientes: funcionan como recordatorios a nivel visual de los límites, ayudando a que los conductores ajusten las velocidades y a que estén más atentos a las condiciones del tráfico.
  • Aplicación de la ley por igual: los radares aplican normas de forma objetiva y uniforme, sin que importe la identidad del conductor. Así parece que la ley es menos arbitraria.
  • Se reducen las emisiones y el consumo de combustible: como se reduce la velocidad de los vehículos, ayudan a que se economice más y la emisión de gases de efecto invernadero, lo que va a tener beneficios a nivel ambiental.

Desventajas

  • Enfocarse solo en la velocidad: hay críticos que dicen que están demasiado centrados en la velocidad y no se ocupan de otra serie de comportamientos peligrosos en la carretera, caso de las distracciones o maniobras imprudentes.
  • Generan ingresos: existen sitios, en los que se pueden percibir a los radares como unas herramientas para la generación de ingresos para el gobierno o la administración, en vez de enfocarse principalmente en la seguridad vial.
  • Desvío de tráfico: en ocasiones los conductores pueden acabar intentando evadirlos al tomar rutas alternativas usando aplicación de navegación de cara a evitar las áreas vigiladas.

Aunque es cierto que colaboran en la seguridad en las carreteras, también es verdad que su utilización debería estar también más equilibrada con un esfuerzo mayor a nivel de educación vial y ello ayudaría a que haya menos accidentes y comportamientos de especial peligrosidad.

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