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Echas mal el líquido anticongelante y las consecuencias pueden ser fatales

Líquido anticongelante

El líquido anticongelante es un componente esencial en el sistema de refrigeración de un vehículo. Su función principal es evitar que el motor se sobrecaliente, disipando el calor generado durante la combustión, además de proteger las partes metálicas del motor de la corrosión. A lo largo de la vida útil del automóvil, es fundamental verificar que el nivel de anticongelante se mantenga dentro de los parámetros recomendados por el fabricante, ya que un nivel bajo puede comprometer el funcionamiento del motor.

Sin embargo, a pesar de su importancia, muchas personas cometen algunos errores al echar el líquido anticongelante, lo que puede resultar en problemas serios. Un fallo del que alertan los expertos es mezclar diferentes tipos de líquidos, lo cual no sólo puede dañar el sistema de refrigeración, sino también afectar el rendimiento del motor. Por ello, es crucial comprender qué líquidos son compatibles entre sí y cómo elegir el mejor.

Todo lo que debes saber sobre el líquido anticongelante

Los líquidos anticongelantes s pueden dividir en tres categorías principales, dependiendo de su composición química: orgánico, inorgánico e híbrido. Cada tipo tiene características específicas que influyen en su durabilidad, eficacia y compatibilidad con distintos motores. El líquido anticongelante orgánico (IAT) es muy apreciado debido a su alto rendimiento, mayor durabilidad y su carácter biodegradable. Este tipo de anticongelante, basado principalmente en etilenglicol, es eficaz en temperaturas extremas, protegiendo el motor tanto del sobrecalentamiento como del frío extremo.

Por otro lado, el líquido anticongelante inorgánico también contiene etilenglicol, pero con otros compuestos derivados del petróleo, como el propileno. A pesar de que también protege contra el congelamiento y la corrosión, tiene una vida útil más corta que el tipo orgánico y, por lo general, es menos eficiente en términos de protección del motor a largo plazo. Finalmente, el anticongelante híbrido combina lo mejor de ambos, uniendo las propiedades de los líquidos orgánicos e inorgánicos para ofrecer una solución más versátil que incorpora aditivos anticorrosivos.

En cuanto a la clasificación por grados, los anticongelantes también se diferencian en su capacidad para resistir las bajas temperaturas. La graduación de un líquido anticongelante se indica con códigos como G11, G12, G12+, G12++ y G13, que hacen referencia a su temperatura de congelación. Estos líquidos varían desde aquellos capaces de resistir hasta cinco grados bajo cero, hasta los que pueden soportar temperaturas extremas de más de 30 grados bajo cero.

¿Por qué no es una buena idea mezclarlos?

Uno de los errores más comunes que cometen los conductores al mantener el sistema de refrigeración de su vehículo es mezclar líquidos anticongelantes de diferentes tipos. Aunque puede parecer que no hay ningún problema al añadir un poco de anticongelante de otro color o marca, esto puede afectar al funcionamiento del motor y dañar componentes vitales del sistema de refrigeración.

En primer lugar, cabe recordar que los distintos tipos de anticongelante están formulados para comportarse de manera diferente dentro del sistema de refrigeración. Los anticongelantes orgánicos e inorgánicos tienen diferentes aditivos y propiedades que no siempre son compatibles. Cuando se mezclan, pueden provocar una reacción química, produciendo una sustancia viscosa que obstruye las tuberías y radiadores del sistema, lo que podría resultar en un sobrecalentamiento del motor.

Además, mezclar diferentes líquidos anticongelantes puede anular las propiedades protectoras de cada tipo de refrigerante. Esto puede reducir significativamente la vida útil del líquido y dejar el motor vulnerable a la corrosión y al daño térmico. Por lo tanto, esto afecta al rendimiento del vehículo, y también reduce la efectividad del anticongelante.

La mejor manera de asegurarte de que los líquidos anticongelantes que estás utilizando son compatibles es revisar las recomendaciones del fabricante de tu vehículo. Generalmente, el manual del vehículo indicará el tipo y la marca de anticongelante que es más adecuado para ese modelo específico. También hay prestar atención al color del anticongelante. Aunque el color no determina la composición química exacta, muchos fabricantes usan colores distintos para facilitar la identificación del tipo de anticongelante.

Si por error has mezclado anticongelantes incompatibles, lo primero que debes hacer es parar el coche lo antes posible y comprobar el sistema de refrigeración. Es posible que, si la mezcla ha comenzado a generar una sustancia viscosa o taponar los conductos, el motor se sobrecaliente. Si notas que el motor se calienta más de lo normal o el indicador de temperatura sube, espera que se enfríe antes de revisar el nivel de anticongelante.

En definitiva, el líquido anticongelante es esencial para mantener el motor en buen estado, evitando que se sobrecaliente o se oxide. Un error frecuente al rellenarlo es mezclar distintos tipos de anticongelante, lo que puede afectar gravemente el funcionamiento del motor. Por eso, es muy importante revisar bien qué tipo de anticongelante necesitas y asegurarte de que sea compatible con el que ya tienes. Si tienes dudas, lo mejor es preguntar a un profesional.

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