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La DGT está multando con 200 euros por hacer esto con el parasol de tu coche: aviso urgente

DGT

En muchas ocasiones, el tiempo que pasamos detenidos en un semáforo en rojo puede parecer una oportunidad para contestar un mensaje de WhatsApp o incluso retocarnos el maquillaje. Esta percepción de «pausa segura» se ha convertido en una práctica habitual para muchos conductores, especialmente en las ciudades, donde los atascos y la espera en los semáforos forman parte del día a día. Sin embargo, lo que para algunos puede parecer inofensivo, en realidad implica riesgos y sanciones que no siempre son conocidas por todos.

La ley de tráfico es clara: el coche no es un espacio multitarea y cualquier tipo de distracción, por inofensiva que parezca, puede tener consecuencias graves. En este sentido, las autoridades han intensificado los controles sobre lo que ocurre dentro del vehículo, incluso en esos momentos en los que el coche está detenido pero el motor sigue encendido. El foco de esta vigilancia se ha puesto, entre otros elementos, en la visera parasol, ese pequeño espejo que muchos utilizan mientras esperan que el semáforo cambie de color. Retocarse el maquillaje, peinarse o simplemente distraerse con el propio reflejo puede salir muy caro: hasta 200 euros de multa y la pérdida de dos puntos del carnet de conducir.

La multa de 200 euros de la DGT

La Dirección General de Tráfico (DGT) y cuerpos de seguridad como la Guardia Civil han reiterado en múltiples ocasiones que el conductor debe estar atento en todo momento mientras se encuentra en la vía pública, incluso si el coche no está en movimiento. Y esto incluye el momento en que se detiene en un semáforo. La ley considera que el acto de manipular objetos no relacionados con la conducción  constituye una distracción. Es por eso que utilizar la visera del coche como espejo para maquillarse o para cualquier otro fin ajeno a la conducción puede ser sancionado.

Existen una serie de razones que explican por qué actividades como retocarse el maquillaje pueden derivar en una multa considerable. En primer lugar, el conductor pierde el enfoque visual y mental del entorno. En lugar de estar atento a que el semáforo cambie de color, a lo que hacen los peatones o a cualquier movimiento inesperado de otros vehículos, la atención se centra en el espejo y en la propia imagen.

En segundo lugar, el hecho de retirar una mano del volante para otra tarea ya supone un peligro potencial. La DGT recuerda constantemente que mantener ambas manos en el volante y estar completamente concentrado en la conducción es fundamental para evitar accidentes, y que cualquier distracción, por breve que sea, puede derivar en consecuencias graves.

En respuesta a estas conductas, la Guardia Civil ha incrementado sus controles en carreteras y zonas urbanas, observando con mayor atención lo que sucede en el interior de los vehículos. Este enfoque en la visera parasol y el uso que se le da forma parte de una estrategia más amplia para reducir las distracciones al volante. A simple vista, podría parecer una exageración, pero cuando se analiza el impacto de los pequeños gestos en la seguridad vial, se entiende mejor la importancia de estas medidas.

La sanción por realizar tareas como maquillarse o distraerse con el espejo del coche mientras se está en un semáforo no es menor: 200 euros de multa y la pérdida de dos puntos en el carnet de conducir. Esto implica no sólo un perjuicio económico, sino también una señal de advertencia sobre la conducta al volante. Acumular varios puntos negativos en el carnet puede acarrear la pérdida del mismo, lo que conlleva mayores complicaciones personales y profesionales para quienes dependen del coche para trabajar o cumplir con sus responsabilidades diarias.

La normativa de tráfico ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a nuevas tecnologías y comportamientos sociales. Hace unas décadas, nadie pensaba que mirar el móvil mientras se conduce sería un problema; hoy es una de las principales causas de accidentes. Del mismo modo, gestos que antes se veían como inofensivos, como maquillarse en el coche, ahora se entienden como distracciones reales que pueden tener consecuencias graves. La ley no busca castigar por castigar, sino prevenir situaciones de peligro y promover una conducción responsable.

Otras sanciones

Por otro lado, adoptar una postura incorrecta dentro del vehículo, como poner los pies sobre el salpicadero, puede ser más peligroso de lo que parece. En caso de frenazo o colisión, las consecuencias físicas pueden ser muy graves. Aunque este tipo de conducta sea responsabilidad del pasajero, la multa (que oscila entre los 80 y 100 euros) recae sobre el conductor por no garantizar la seguridad de quienes viajan con él.

Otro comportamiento sancionado es arrojar objetos por la ventanilla, como colillas de cigarrillos. Esta acción, además de contaminar y poner en riesgo a motoristas, está penada con una multa de 500 euros. Si quien lanza la colilla es el conductor, también perderá seis puntos del carnet.

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