Cómo saber si el cuentakilómetros de un coche ha sido alterado: 4 claves infalibles
Es esencial revisar cuidadosamente la documentación del coche
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Comprar un vehículo de segunda mano es una muy buena opción, pero conlleva una serie de riesgos que conviene conocer de antemano. Uno de los mayores temores de los compradores es enfrentarse a un posible fraude en el cuentakilómetros del coche. La manipulación de esta cifra, también conocida como «trucar el odómetro», es una práctica ilegal pero no tan infrecuente, ya que un automóvil con menos kilómetros tiene un precio más elevado. Aunque los avances tecnológicos han dificultado esta práctica, todavía existen métodos que permiten alterar el kilometraje. Por eso, es fundamental conocer las señales que pueden indicar una posible manipulación.
En este tipo de operaciones, es fundamental prestar atención a los detalles para evitar ser víctima de fraudes. La revisión de la documentación, la inspección visual del estado mecánico e interior del vehículo, y la solicitud de informes detallados son pasos esenciales para garantizar que el coche tiene el kilometraje que se declara. Además, contar con el apoyo de profesionales, ya sea un taller mecánico o una gestoría especializada, puede marcar la diferencia entre una compra satisfactoria y un quebradero de cabeza.
Claves para saber si el cuentakilómetros de un coche ha sido alterado
Una de las primeras cosas que se deben hacer es revisar cuidadosamente la documentación del coche. Los papeles del vehículo no sólo son necesarios para concretar la compra, sino que también pueden ser una fuente valiosa de información sobre el kilometraje real. Un documento clave es el historial de las inspecciones técnicas (ITV), donde se registra el número de kilómetros en cada revisión. Si el coche ha pasado varias inspecciones, es posible comprobar si los datos de kilometraje son consistentes a lo largo del tiempo.
Un patrón lógico debería mostrar un aumento gradual en función del periodo transcurrido entre inspecciones. Por ejemplo, si un coche ha recorrido 20.000 kilómetros entre dos inspecciones realizadas con un año de diferencia, sería sospechoso que, en la siguiente revisión, el incremento fuera sólo de 5.000 kilómetros. Además de la ITV, otros documentos como el permiso de circulación y la ficha técnica también pueden ofrecer pistas sobre el kilometraje y el estado general del vehículo.
El siguiente paso consiste en inspeccionar el estado mecánico del coche, ya que los componentes internos pueden revelar mucho sobre el uso real del vehículo. Por ejemplo, un motor que muestra un nivel moderado de suciedad podría ser un indicativo de un kilometraje razonable, mientras que un motor excesivamente limpio podría haber sido sometido a un lavado minucioso para ocultar desperfectos o desgaste. Del mismo modo, la presencia de óxido en ciertas piezas y soportes mecánicos puede sugerir un kilometraje superior al que se indica en el odómetro.
Otro aspecto clave a examinar son los sistemas de frenos y embrague. Por regla general, estos elementos tienen una vida útil aproximada de 100.000 kilómetros. Si el vendedor informa que estas piezas han sido reemplazadas recientemente, pero el cuentakilómetros muestra un registro de 40.000 kilómetros, es probable que algo no cuadre. Estas discrepancias pueden ser señales claras de que el coche ha recorrido una distancia mucho mayor a la que se reporta.
La inspección visual del interior del vehículo es igualmente importante. Elementos como los pedales, el volante, los asientos y el pomo de la palanca de cambios tienden a mostrar desgaste con el tiempo y el uso. Por ejemplo, un coche con apenas 15.000 kilómetros en el odómetro no debería tener pedales desgastados, un volante descascarillado ni asientos con roces visibles en los laterales. Estos signos de desgaste son comunes en vehículos que han recorrido muchos miles de kilómetros, por lo que cualquier contradicción entre el estado del interior y el kilometraje declarado debe considerarse sospechosa.
Informe de la DGT
Finalmente, para para verificar el kilometraje real de un coche de segunda mano se pueden solicitar informes oficiales. Uno de los más confiables es el informe completo que ofrece la Dirección General de Tráfico (DGT).
Este documento, que se puede pedir online previo pago de una tasa, incluye información detallada sobre el historial del vehículo, como el número de titulares anteriores, el registro de inspecciones técnicas, el kilometraje reportado, y si el coche tiene cargas o embargos pendientes. Además, proporciona datos técnicos y otros detalles administrativos que pueden ser útiles para tomar una decisión informada.
La solicitud de este informe es un proceso sencillo, pero es crucial elegir el tipo correcto. Por ejemplo, el informe completo es el más indicado para obtener una visión integral del historial del vehículo. Este documento incluye detalles como la puntuación EuroNCAP, que mide la seguridad del coche, y otros datos relacionados con su mantenimiento y uso. El coste de este informe es accesible, especialmente si se considera la tranquilidad que aporta al comprador al evitar posibles sorpresas desagradables.
Conociendo estas estrategias para saber si el cuentakilómetros del coche ha sido alterado, es posible adquirir un vehículo usado en buen estado y con la certeza de que se está pagando un precio justo por él.