Màxim Huerta agradece el abrazo de su madre dos meses después de su peor momento
Tras su corta experiencia en la política como ministro de Cultura, Máxim Huerta abre su corazón para explicar dónde se refugió
Màxim Huerta ha pasado sus peores momentos tras dimitir como ministro de Cultura y Deportes con sólo cinco días en el cargo. Un verano que el periodista y escritor no olvidará y que ha tenido un refugio muy conocido para él como protagonista: Los brazos de su madre. Así se despidió de la cartera, abrazado a su progenitora. «Para defender aquello que más amas, a veces, es necesario retirarse» anunció Màxim Huerta, que durante ese corto tiempo llevó la cultura (y el deporte) por bandera. Junto a su madre abandonó la sala, se sumergió en un período de reflexión y se dedicó a los suyos.
La relación de Màxim Huerta y su madre, Clara Hernández, ha sido muy especial. Con este mensaje felicitó el periodista a su madre por su cumpleaños: «Y de pronto aparece esta foto el día de tu cumpleaños. Felicidades, mamá. Feliz día, Clara. Gracias por llevarme en brazos, enseñarme a andar, a leer, a dibujar, por dejarme volar y, como en esa vieja foto, volver a agarrarme en brazos este último tiempo. Nada ha sido fácil. Lo sabemos bien. Solo quererte. Que las heridas sean sólo anécdotas. Te quiero».
Y es que madre e hijo se han mantenido unidos en los peores momentos. Un lamentable accidente de tráfico provocado por una persona alcoholizada durante una nochevieja dejó secuelas físicas a su padre. El propio Màxim explotó en directo en ‘El Programa de Ana Rosa’ en el 2011 a consecuencia de la tertulia sobre el accidente de tráfico de Ortega Cano que acabó con la vida de Carlos Parra. «No empatizo nada con el torero. Deseo que se recupere pero no puedo empatizar con esta historia. ¡No lo soporto!”, estalló Màxim ante la mirada del resto de colaboradores. En sus últimos años, las secuelas físicas de su padre se unieron al «alzheimer y pequeños infartos» que minaron su capacidad de movimiento. Màxim y su madre no se separaron de su padre, que falleció durante el pasado verano.
Su refugio, quien le agarró en brazos cuando todo iba mal. Una y mil veces. Eso es Clara Hernández para Màxim Huerta, su madre. Estuvo ahí cuando un emocionado Màxim Huerta aceptaba el reto de convertirse en ministro. «La cultura nos hace libre y, sobre todo, más felices» dijo el escritor, su madre mantenía el tipo y esperaba el beso de Màxim Huerta. Nunca antes un ministro había dado tanta importancia a su madre.
Cinco días de ilusión
Màxim Huerta fue el nombre que más expectación generó tras ser designado ministro de Cultura por Pedro Sánchez el 6 de junio, tomó posesión de su cargo al día siguiente. El 13 de junio, cinco días después, Màxim Huerta dimitía con el objetivo de que «no se rompa un proyecto ilusionante para la cultura y el país”.
Más de 250.000 euros defraudados a Hacienda entre el 2006 y el 2008, según adelantó ‘El Confidencial’, tuvieron la culpa de su dimisión. Màxim Huerta alegó que no se trataba de un fraude, sino de una multa. «He pagado esta multa dos veces: primero pagando a Hacienda, y la pago ahora por segunda vez aquí, ahora, porque la inocencia no vale de nada ante esta jauría», dijo durante su dimisión. La literatura, su cultura y, por supuesto, su queridísima madre, son el mejor refugio para Màxim Huerta.