Kiko Rivera arriesga de nuevo su carnet de conducir por evitar a la prensa
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Hace apenas diez meses que Kiko Rivera recuperó el carnet de conducir tras dos años con su licencia retirada por cometer diversas infracciones de tráfico. Sin embargo, parece que el hijo de Isabel Pantoja no ha terminado de aprender la lección y se ha arriesgado de nuevo a una multa, más la retirada de varios puntos, por realizar una actividad no permitida al volante. Y todo ello con una única motivación: evitar responder a las preguntas de la prensa sobre su sonada ausencia en el bautizo de su sobrino Alberto, el hijo de Isa Pantoja.
La mujer de Kiko Rivera, Irene Rosales, fue abordada por una reportera cuando llegaba a su hogar. La periodista le preguntó el motivo por el que había permanecido tan poco tiempo en el bautizo del pequeño Alberto Isla Pantoja, a lo que la joven respondió que «tenía que estar con las niñas». Respecto a la sonada ausencia del hermano de Chabelita en tan importante celebración familiar, Irene aseguró que no tenía nada que comentar.
Esta misma actitud fue la que tomó el propio Kiko Rivera cuando salió de su hogar poco tiempo después. El dj, que actualmente se encuentra de baja por depresión, se ocultaba bajo una gorra y unas gafas de sol, complementos a los que añadió unos voluminosos auriculares rojos que le ayudaban a aislarse de las preguntas de la prensa.
Aunque la actitud de no responder a las cuestiones de la reportera es perfectamente lícita, no es así lo que sucedió a continuación. Y es que el hijo de Isabel Pantoja no se quitó los cascos cuando se montó en su vehículo, el cual arrancó y condujo con los auriculares puestos. Esta acción le podría haber acarreado una multa de 200 euros, más la retirada de tres puntos del carnet de conducir, de haber sido parado por la policía en ese momento. Tal y como recoge el Reglamento General de Circulación en su artículo 18.2: «Queda prohibido conducir y utilizar cascos o auriculares conectados a aparatos receptores o reproductores de sonido», por lo que, con toda probabilidad, los agentes de la autoridad habrían dado el alto a Kiko Rivera de haberle visto con unos auriculares tan voluminosos puestos. Y es que, independientemente de si iba escuchando música o no, está claro que este dispositivo aísla al conductor de posibles señales sonoras que puedan alertar y evitar un accidente. Pero, según parece, Kiko no ha aprendido la lección.