La reflexión que hizo a Casillas tomar su decisión más drástica
La vida de Iker Casillas y Sara Carbonero está experimentando varios cambios. ¿Cómo está el portero? ¿Qué peso ha tenido su familia en la decisión de dejar de jugar al fútbol? ¿Va a poder volver a los terrenos de juego? LOOK responde a todos los entresijos del asunto hablando con dos de los periodistas más reputados de Portugal
«El fútbol forma parte de la vida, pero la vida en sí es más importante que todo lo demás». Esta frase era la utilizada por el entrenador del Porto CF, Sergio Conceiçao, para dejar caer que Iker Casillas tendría casi imposible volver a jugar tras haber sufrido un infarto de miocardio. Una reflexión que a la postre ha hecho buena el propio portero cuando le ha llegado el momento de tomar su decisión más difícil: dejar de jugar al fútbol. Una retirada que no es total ya que Iker va a seguir trabajando para el equipo portugués.
A su salida del hospital pidió tiempo para decidir qué hacer con su futuro. Su intención era jugar hasta los 40 años, pero la vida le ha truncado su objetivo. Pero ¿cómo se ha gestado su decisión de renunciar al fútbol y qué factores han sido determinantes? LOOK se ha puesto en contacto con Luis Aguilar y con Nuno Luz, dos reputados periodistas portugueses que conocen muy bien al guardameta, para conocer la intrahistoria de la dura decisión de Casillas.
Ambos coinciden en que ahora «Iker está más tranquilo, acepta más su futuro y está feliz por poder ayudar al Porto, donde es un embajador perfecto del club y del país». Luz tiene claro que el seguir vinculado al cuadro luso «es bueno para él porque coge experiencia y algún día podría ir al Real Madrid, que es su sueño».
A Aguilar no le queda ninguna duda de que «Casillas sabe que es imposible que vuelva a jugar, se resigna, la decisión está tomada», dice refiriéndose al nuevo rol del portero dentro del equipo, como nexo de unión entre plantilla, cuerpo técnico y directiva. De hecho, se atreve a aventurar que antes de que acabe el 2019 comunicará su retirada definitiva.
Luis Aguilar es una de las voces más autorizadas en Portugal para hablar del Porto FC y de sus jugadores. Él tiene claro que Sara Carbonero ha tenido un papel determinante en todo este asunto: «la familia ha pesado mucho a la hora de tomar esta decisión. Él quería jugar dos años más, pero junto a su mujer y tras lo que le ha pasado a ella han decidido que la vida es más importante que el fútbol», dice refiriéndose a la frase con la que abríamos este artículo.
El aspecto positivo de su retirada de los terrenos de juego es que «ahora podrá pasar más tiempo con su familia y estar más tranquilo porque no tiene que ir a entrenar ni está obligado a viajar», esgrime Aguilar. Pese a eso, Casillas se ha estrenado en su nuevo trabajo viajando a la Albufeira, una localidad marítima a 533 kilómetros de Oporto, donde el conjunto de Do Dragao afrontó un partido de pretemporada.
Una decisión muy meditada y que ha supuesto un final agridulce para el exjugador del Real Madrid: «Iker recuperó la felicidad en Portugal pese a que al principio le costó aclimatarse a la ciudad, pero rápidamente se ha convertido en un ejemplo, en un líder muy respetado para todos y ahora ya mira otras opciones de futuro». Lo que parece seguro es que será en Oporto, incluso más allá de junio de 2020- fecha en la que acaba su contrato- una ciudad cuya simbiosis con Iker Casillas y Sara Carbonero es total.