La figura de Gustavo González, a juicio: esto es lo que opinan sus compañeros de su mediática infidelidad
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«Un tipo amable», «buen compañero» y «mejor persona». Así catalogan a Gustavo González los que le conocen y lo hacen sin cortapisas. Todos ellos están de acuerdo en apodar con estos calificativos al periodista y fotógrafo con total unanimidad. Sin embargo, que se haya aireado su relación con María Lapiedra estos últimos días, es otro asunto muy distinto. Periodistas, paparazzis y colaboradores que trabajan con él se han planteado con LOOK hasta qué punto le puede perjudicar o beneficiar este hecho que tanta repercusión mediática está teniendo. Y hay opiniones para todos los gustos.
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Los orígenes de Gustavo: un paparazzi de prestigio
Lo primero que hay que saber es que, aunque Gustavo González estudió periodismo, su verdadera formación profesional se fraguó detrás de una cámara de fotos. Poco a poco, un joven paparazzi, ávido por captar a personajes famosos en diferentes instantes de sus vidas cotidianas, se fue consolidando como uno de los paparazzis de referencia en nuestro país, llegando a crear varias agencias a lo largo de su carrera. Por ejemplo, fundó Premier junto a sus hermanos Raúl, Vicente y Roberto para posteriormente separarse y crear, junto a dos socios, la agencia Código. «Yo trabajé con uno de sus hermanos en ‘Lecturas’ en aquellos años, cuando entre los periodistas se les conocía como ‘los hermanos Dalton’. Siempre trabajaron muy bien y la trayectoria de Gustavo como paparazzi es intachable», reconoce a LOOK Javier de Montini, exdirector de la revista ‘Lecturas’.
De hecho, su prestigio en su mundo laboral llegó recientemente a Bali, donde su agencia logró fotografiar a Isabel Preysler en bañador con Mario Vargas Llosa. Sin embargo, el salto televisivo como personaje y el descubrimiento de su relación con Lapiedra, han puesto en jaque su vida, así como su carrera. Eso al menos es lo que consideran algunos de sus compañeros. «Toda la exposición mediática a la que se está prestando Gustavo, me sorprende muchísimo. Soy de la opinión de que el periodista nunca debe de convertirse en personaje o viceversa. El periodismo al que yo me he querido dedicar no lo concibe de otro modo. Hay una línea que nunca deberíamos cruzar», esgrime Montini.
Padre de cuatro hijos -Gustavo, Guillermo, Gonzalo y Gorka-, muchos consideran también que todo este asunto va a perjudicar terriblemente a su familia. «Esto es una telenovela. Un circo en el que no puedo entender como Gustavo expone públicamente a su mujer, Toñi, y a sus hijos cuando son anónimos. Se están contando hechos que deberían de quedarse en la más absoluta privacidad. Que se cuenten hasta cuántos polvos han echado en una noche de una infidelidad que vienen arrastrando desde hace ocho años, me parece que es algo que no viene a cuento ahora», comenta por su parte el periodista José de Santiago.
Lydia Lozano: «Esto le va a perjudicar mucho. Ya le está perjudicando»
Un argumento que comparte Lydia Lozano, compañera actual de Gustavo en ‘Sálvame’. «Le va a perjudicar mucho. Ya le está perjudicando. Estamos viviendo un presente-futuro. Cuando una persona no ha querido hablar nunca de su vida privada pero después accede a ser portada de una revista y se mete a hablar de tus hijos, ya está exponiendo su vida privada. En parte le comprendo porque él no quería pero María le metió en el saco después de hacerse el ‘Polideluxe’. ¿Qué ocurre ahora? Que Gustavo está haciendo algo que no quería hacer, que es exponerse. Considero que siempre que haces algo que no quieres, automáticamente sales perjudicado», se sincera la periodista con este digital.
Además de estos compañeros, no hay que olvidar que Gustavo es ante todo un paparazzi. Por eso, sus compañeros más fieles de este gremio también se han mojado al respecto. «Como paparazzi tiene una trayectoria tan consolidada y tantas bazas que no creo que esto le vaya a afectar. Si tiene que coger un avión, irse hasta Nueva York y fotografías a Mar Flores, lo va a seguir haciendo igual. En ese aspecto no creo que le vaya a repercutir en nada y así lo espero», desliza a LOOK el paparazzi Enric Bayón. «No creo que el hecho de exponerse así vaya a afectarle en la profesión. Además, en lo personal, todos tenemos derecho a equivocarnos, a rectificar, a volver a cometer errores… pero independientemente de eso, estoy seguro de que Gustavo podrá seguir haciendo su trabajo como siempre», añade el también paparazzi Jordi Martín. «Evidentemente, pasar la barrera que existe entre lo que hay detrás y delante del objetivo es un paso cuyo futuro siempre es un misterio. Nunca se sabe lo que puede suceder. Pero no es el primero que pasa la barrera, hay otros compañeros que la han pasado puntualmente y a algunos les ha beneficiado. Pero al final, no deja de ser un experimento. Espero, personalmente, que no le afecte», comenta por su parte, el paparazzi Diego Arrabal.
¿Perjuicio o beneficio? Es la duda que aún planea sobre Gustavo González, aquel paparazzi de éxito cuyo nombre ahora se asocia a otra cuestión muy diferente. Una que para muchos, ya le puede estar pasando factura.