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El dolor de la familia de Josep Santacana: “Esto es un lavado de imagen de los Sánchez Vicario”

En casa de los Santacana no quieren ni encender la televisión. Desde el sábado el nombre de su hijo se escucha y se lee por todas partes y la tranquilidad de su hogar es lo único que proporciona sosiego a una familia muy afectada por las muchas acusaciones que pesan sobre Josep Santacana. La demanda de divorcio que el catalán ha presentado en la corte de Miami para disolver su matrimonio con Arantxa Sánchez Vicario arrastra consigo una realidad que llevaba tiempo oculta. La pareja se separó -al menos de facto- hace casi dos años, ahora litigan por la custodia de sus dos hijos, pero es que además está en juego un importante patrimonio amasado por la tenista del que Santacana, según se ha publicado, querría apropiarse tras el divorcio.

La imagen de conseguidor ambicioso siempre ha acompañado a este empresario catalán. Una imagen que, sin embargo, según su madre, poco o nada tiene que ver con la realidad. El entorno de Josep asegura a LOOK en exclusiva que el todavía marido de Arantxa no se ha quedado con nada y confían en que “cuando salga toda la mierda” se demostrarán las nobles intenciones de Josep. “Llevamos callados once años y nadie sabe lo que hemos pasado”, se lamenta Encarnación, suegra de la tricampeona de Roland Garros.

Josep Santacana junto a sus padres en Barcelona en 2009 / Gtres

Al otro lado del teléfono, Encarnación se muestra profundamente dolida con la dura situación que su hijo atraviesa en estos momentos. Quiere esperar a que la justicia se pronuncie, pero adelanta que, una vez salió la noticia del divorcio, ella y su marido ya sabían “de quién venía todo esto”. “Ellos (los Sánchez Vicario) quieren lavar la imagen de la familia. Nunca han querido a Arantxa, a la que consideraban su gallina de los huevos de oro”, apunta.

El giro que ha dado la historia en los últimos días tiene muy sorprendida a la familia de Josep. Se quejan de que se esté señalando a su hijo como el responsable de engañar a Arantxa y no están dispuestos a consentirlo. “¡Pero si ella siempre ha dicho que los que se quedaron con su dinero eran sus padres!”, exclama.

Una ruptura traumática

Entre tanto, han comenzado a filtrarse los primeros detalles de una demanda de divorcio que aspira a ser una de las más mediáticas de los últimos meses. Una orden de alejamiento, la custodia de los menores y unos informes psicológicos de la tenista aportados por el catalán evidencian que la ruptura no será amistosa. Ni mucho menos.

Boda de Arantxa Sanchez Vicario y Josep Santacana en 2008 / Gtres

Por su parte, los Sánchez Vicario mantienen que el divorcio no les ha pillado desprevenidos, sino que era algo que se esperaban. “No me ha sorprendido nada. Lo veíamos venir desde hacía tiempo», aseguró el domingo Marisa, la madre de Arantxa Sánchez Vicario, al periodista Kike Calleja. Ella y sus hijos han tenido en el reciente divorcio de la tenista la mejor manera de demostrar que las intenciones de Santacana con Arantxa no eran honestas. Algunos incluso, podrían considerarlo la victoria de una guerra que comenzó el mismo día que la deportista dio el sí, quiero a Josep contra la voluntad de sus progenitores. Ahora sabemos que para muchos aquel día era el principio del fin. No solo para los Sánchez Vicario.

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