Kiko Rivera celebra el cumpleaños de su hija mayor junto a su madre
Ni Isabel Pantoja ni Anabel acudieron al cumpleaños
Todavía quedan unos días para que las familias de España se reúnan para celebrar la Navidad, pero los Pantoja ya se han unido para disfrutar todos juntos de uno de los días más esperados para ellos, el cumpleaños de la hija mayor de Kiko Rivera e Irene Rosales.
Un tercer aniversario para la pequeña en el que sus padres se esforzaron muchos y es que el plan no podía ser mejor para una niña de esa edad, una tarde en un gran parque de bolas. Muy guapos y vestidos de manera informa para la ocasión, los padres de la cumpleañera y sus dos hijas llegaron a la fiesta sobre las cinco y media de la tarde y allí se reunieron con la abuela de la niña, Isabel Pantoja, que no podía estar más feliz.
La cantante llegó un poco después al parque de bolas, sobre las seis de la tarde, y con una gran sonrisa que avanzaba que estaba disfrutando de un día muy feliz. Enfundada en un pantalón gris con botas altas, una de las tendencias de la temporada, jersey negro y cazadora a tono. Una de las cosas más sorprendentes fue que la madre de Kiko no llevaba ningún regalo en la mano para la pequeña. ¿Se lo daría en privado?
A su salida la artista, de lo más simpática, reconoció que estaba tan feliz porque se lo habían pegado los niños y, además, aprovechó para felicitar las fiestas a la prensa allí reunida. «Muchas gracias a vosotros. Que tengamos salud», fue su deseo.
Las grandes ausentes de la jornada fueron Isa Pantoja y Anabel, que no es encontraban en Sevilla, sino en Madrid y Valencia respectivamente. A pesar de estar lejos, Anabel se acordó de su sobrina y publicó un bonito mensaje en su cuenta de Instagram para felicitarla: «Mi sobrina, un cuento de princesa. Eres el ser más pequeño que tiene más talento dentro de ti.
Gracias por sacarnos una sonrisa, darnos ese abrazo cuando lo necesitamos, adorar a tus padres, cuidar a tu hermana.
Mi niña preciosa 3 añitos ya».
Terminada la fiesta, sobre las ocho y media de la tarde, todos salieron el parque de bolas para volver a casa. Si bien seguro que las niñas se hubieran quedado más tiempo jugando, el momento de la despedida propició un bonito momento entre Kiko e Isabel, que se fundieron en un gran abrazo para despedirse.