Begoña Villacís, así es la vida familiar de una mujer a la que nada le frena
“Soy madre de dos niñas y quiero que vivan en un mundo en el que no tengan que renunciar” decía Begoña Villacís en octubre de 2018 en la celebración de la primera carrera por la conciliación. Poco después anunciaba su tercer embarazo, a los 41 años esperaba de un bebé, después de tener ya criadas a sus dos hijas mayores, Paula de 14 años y Jimena de 13. Toda una sorpresa, como ella misma admitió, que la llenó de alegría en cuanto lo pensó dos veces.
Queda poco más de una semana para que se celebren las elecciones primarias y ella va a la cabeza del partido por Madrid. No le ha frenado su avanzado estado para hacer campaña, ni para recorrer ayer mismo, a dos días de dar a luz, la pradera de San Isidro, vestida de chulapa, pidiendo el voto para su partido, Ciudadanos. Este viernes nacerá su tercera hija, también es niña, en una cesárea programada.
Será testigo del recuento de votos, el próximo 26 de mayo, día fechado para las elecciones, con su bebé en brazos y habiéndose convertido en familia numerosa. Y aunque ella no ha ocultado su estado ni sus planes, lo cierto es que no es dada a hablar de su vida privada. Ni de sus hijas, ni de su marido, el abogado especializado en derecho militar Antonio Suárez-Valdés.
Un hombre que no ha necesitado a su mujer para hacerse un hueco en la esfera pública, ha sido su trabajo en casos tan mediáticos como el de la comandante Zaida Cantera, que demandó a su jefe por acoso sexual, el que ha hablado por él y le ha hecho ganarse un hueco en diferentes coloquios televisivos.
Viven desde hace años en Cea Bermúdez y algo a lo que no renunciarían jamás es a salir juntos de casa por la mañana charlando. Ir de compras con sus hijas es otro de los hobbies favoritos de la llamada Meghan Markle española por su innegable parecido físico. En una de sus pocas entrevistas personales, Villacís explicaba orgullosa que su familia es una piña en la que todos comparten alegrías y penas.
De su marido dice que no es buen consejero político aunque se ríe cuando admite que él mismo piensa que sí. Respecto a sus hijas mayores, cree que tienen claro sus futuros a pesar de su juventud. Una quiere ser veterinaria y la otra seguir los pasos de sus padres en la abogacía. Lo que es seguro es que ahora, las dos, además de seguir luchando por cumplir sus sueños, serán las mejores ayudantes para sus padres en la llegada de su hermanita, a la que ya cuentan los minutos para conocer.