Ariana Grande, desolada por el atentado, busca el consuelo de su novio
Ariana Grande ya está en casa. Compungida, destrozada y rota de dolor, la artista ha cancelado su gira y ha vuelto a su Florida natal tras el atentado que Estado Islámico perpetró al finalizar su concierto en Mánchester y que ha dejado un balance de 22 muertos y 60 heridos. Un ataque que nadie preveía y que ha causado una gran conmoción a nivel mundial. Desolada y sin palabras, la joven transmitía su pesar a sus fans y a las familias a tavés de las redes sociales, que se unían a las víctimas en la condena del terrible atentado.
La cantante cancelaba todas las fechas de la gira que tenía previstas en Europa y regresaba a Boca Ratón en un avión privado, acompañada de su madre, que se convirtió en una improvisada heroína durante el ataque en el Manchester Arena. Joan Grande, que estaba en primera fila, actuó con mucha rapidez al sentir la explosión y refugió a una decena de fans en su camerino. De esta manera pudo salvarlas y evitar que sufrieran algún daño.
Ariana, que está profundamente destrozada por el atentado llegó a Florida vestida de negro y con los ojos llorosos. Fuentes cercanas a la joven aseguran que aún apenas puede creer lo que ha ocurrido y se siente impotente por no haber podido evitarlo. A su llegada al aeropuerto fue recibida a pie de pista por su novio, Mac Miller, con quien se fundió en un intenso y profundo abrazo, y uno de los perros de la pareja, que no paraba de saltar para intentar llamar su atención.
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De momento, el mánager de Grande ha confirmado que la artista va a tomarse un descanso para poder recuperarse de este duro golpe, lo que supone la cancelación de su gira europea, pero no tiene intención de abandonar a sus fans, por lo que espera volver a estar en activo en cuanto le sea posible.