Primera reacción del entorno de Arantxa Sánchez Vicario: "Ella estaba muy enamorada"

A Arantxa Sánchez Vicario (47) ya ni siquiera le consuela pensar en aquella época dorada en la que con su garra convirtió a España en una potencia del tenis. Alejada del país que tantas veces le vio alzar trofeos, la tenista se enfrenta en Miami a uno de los partidos más difíciles de su vida: su divorcio con Josep Santacana. Aunque la catalana defendió al empresario frente a sus progenitores y hermanos, pues nunca creyeron en la bondad de sus intenciones con Arantxa, el amor se ha roto en la pareja. Un amor en el que la deportista creyó hasta el último momento y así se lo ha revelado a LOOK una fuente muy cercana a ella que prefiere no revelar su identidad: «Sé que ella sí que ha estado muy enamorada y ha sido una esposa excepcional. De solo pensar que lo está pasando mal, se me saltan las lágrimas».

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Sin embargo, este fracaso sentimental no es el único varapalo que Arantxa sufre ahora. A su ruptura con Santacana se suman grandes escollos que, según publicó ‘LOC’ este sábado, deberá tratar de sortear la tenista. Y es que Josep habría solicitado en un juzgado de Miami  -ciudad donde residían como pareja- la custodia de sus dos pequeños, alegando que la catalana «no está en condiciones psicológicas óptimas para atenderles». Una versión que la fuente consultada por este medio niega rotundamente. «Ella es una mujer fuerte y lo ha demostrado siempre en todas las ocasiones. Como deportista, ha sido una mujer con coraje dentro y fuera de las pistas y, sobre todo, es una grandísima madre», comenta.

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Aunque la reconciliación es inviable ya que el empresario habría iniciado una nueva relación con una mujer con la que convive en un apartamento de Miami, su círculo asegura que lo mejor para ambos es que lleguen a un acuerdo. «Lo mejor es que lo resuelvan lo mejor que puedan por el bien de sus hijos , que son dos soles.», añade esta fuente.

Tampoco será fácil para Arantxa Sánchez Vicario recuperar la fortuna que, tal y como han asegurado fuentes familiares a la citada publicación, se ha llevado su expareja. Josep gestionaba el patrimonio de Arantxa y poseía el control sobre sus bienes, lo que ha provocado que la deportista acabe arruinada. Palabras que han negado fuentes cercanas a Santacana en ‘El País’: «Se separaron hace más de dos años y él no se ha llevado consigo ninguno de sus bienes».

Mientras la tenista permanece ilocalizable y prefiere no responder a las llamadas de aquellos que desean conocer más detalles sobre esta historia -tampoco a sus amigos-, su familia ha decidido cerrar filas. «Emilio no desea hacer declaraciones sobre la separación de su hermana», responden a este digital en la escuela que él mismo fundó.