Cuando Álvaro de Marichalar no dice la verdad
Así ha sido el acto de conciliación entre Álvaro de Marichalar y la chica de Blablacar
Álvaro de Marichalar, a juicio por su escándalo en Blablacar
Tenía este miércoles un acto de conciliación pendiente con la pasajera con la que coincidió en su último viaje en ‘Blablacar’. Pero Álvaro de Marichalar no se ha presentado. A la cita judicial solo ha acudido su abogado, junto con la otra parte implicada, la periodista Sabina Urraca.
En el juzgado de primera instancia número siete de Madrid estaba la joven esperando a un hombre que le reclama nada menos que 30.000 euros y que, estando en su derecho, ha decidido no asistir.
Cuando LOOK se puso en contacto la mañana del miércoles con Álvaro de Marichalar para ver por qué no había acudido al juzgado, este alegó: “estoy en América y no hace falta acudir, tengo a un abogado para eso”, algo que ratificó la propia Sabina Urraca: “No se ha presentado porque está en América, han dicho”.
Sin embargo, la realidad que ha podido conocer LOOK no coincide con la que ha contado el deportista. Tras la llamada realizada a Marichalar, este medio se percata de que, de estar realmente en América, la diferencia horaria habría dificultado su comunicación, ya que habría cogido el teléfono a las 6:30 de la mañana, hora local, como mínimo.
Estas dudas se despejaron después de conocer que un miembro de la redacción de LOOK asegura haber visto a Álvaro de Marichalar este lunes, martes y miércoles sobre las 8:00 horas desayunando en una cafetería ‘Granier’ de la calle Santa Engracia de Madrid, un lugar muy próximo al domicilio de uno de sus hermanos. «Le he visto todos los días sentado en el mismo sitio, junto a la cristalera del local, sin ninguna compañía», afirma.
Con todas estos datos, parece evidente que Álvaro no se encuentra al otro lado del charco, sino muy cerca de donde se estaba celebrando el acto de conciliación al que no acudió. Y esta actitud podría deberse simplemente a una estrategia del excuñado de la infanta Elena para evitar a la prensa, haciéndoles creer que está en América.