Albert Rivera defiende su relación con Malú: "Uno no elige de quien se enamora aunque yo he elegido bien, ella es la que se ha equivocado"

«Intenso» es la palabra que mejor puede definir el martes de Albert Rivera. Tras una larga espera, el que fuera líder de Ciudadanos ha presentado su libro, ‘Un ciudadano ejemplar’, con un gran despliegue en los medios de comunicación. Su presencia era muy esperada ya que significaba su reaparición tras ser padre de Lucía, su primera hija junto a Malú. Tras hacer los honores, el catalán ha ofrecido una multitudinaria rueda de prensa para contestar a todo. Tras ella, tocaba descansar unas horas para afrontar el inicio de su tour televisivo. Albert ha sido el invitado de ‘El Hormiguero’ para este 22 de septiembre en lo que ha significado su primera entrevista en un plató de televisión desde que abandonase su cargo político. Sin duda, el suyo está siendo un regreso a la vida pública por la puerta grande.

La distancia de seguridad que impera en nuestro día a día ha impedido que Pablo Motos le haya recibido como hubiera querido, con un gran abrazo, pero aún así ha dejado bien claro que estaba contentísimo de volver a verle. Es uno de los hombres más buscados y lo sabe, por mucho que rehúya los grandes titulares y la exposición mediática. Sus andanzas interesan casi más retirado del hemiciclo de diputados que cuando ejercía como número 1 de Ciudadanos. Tampoco hay que negar que su relación con la sobrina de Paco de Lucía influye.

Albert Rivera: «Fui un pardillo»

El programa ha comenzado con una charla política entre presentador e invitado. Motos le ha preguntado por cómo fue el momento exacto en el que decidió que iba a dejar la política: «Mi última etapa fue durísima, la campaña no iba bien. El origen fueron notas en mi móvil escritas que luego se convirtieron en fragmentos de mi discurso de dimisión. Yo tomé esa decisión el sábado antes de las elecciones. Hablé con mi buen amigo José Manuel Villegas y le dije: ‘Si nos quedamos por debajo de 20 escaños, me tengo que ir, tengo que dar la cara, soy el líder y me tengo que marchar’. Yo había soñado con el día de irme porque me da mucha pereza la gente que debe irse y no se va. Yo no quiero verme con un batacazo electoral como el que yo me pegué».

Ciudadanos perdió en seis meses 47 escaños en lo que fue una derrota sin paliativos y que hizo a Rivera tomar la decisión. Hoy en ‘El Hormiguero’ ha intentado explicarlo: «¿El motivo del bajón? Muchos de nuestros votantes no fueron a votar. Por otro lado también es que Pedro Sánchez fue un buen estratega, pactó con Podemos y nacionalistas y yo por ahí no iba a pasar (…) de todos modos yo pequé de pardillo. España estaba muy polarizada con lo de Franco, Vox, nacionalistas y a mí se me ocurrió sacar la bandera blanca. Mi reflexión es que hubo cosas propias y ajenas», ha argumentado.

La relación con Malú con dardo incluido

Albert ha dejado una frase para el recuerdo: «En primer lugar, uno no elige de quien se enamora aunque yo he elegido bien, ella es la que se ha equivocado», ha bromeado. Acto seguido se ha quejado amargamente por lo que él considera una intromisión a su parcela privada: «A este nivel de un político parlamentario y una artista yo entiendo el interés. Pero, ¿alguien me puede decir por qué no puedo ir a la playa con mi familia? ¿Por qué salgo con mi hija de un mes a una revisión y tengo cinco coches de paparazzis en la puerta y me tengo que dar la vuelta?». El exsecretario general de C’S ha puesto encima de la mesa su profesión de jurista como un vehículo para pedir que se regule la ‘falta de intimidad’ que, según él, han padecido su ‘mujer’, sus amigos y su familia: «Creo que la ley hay que cambiarla, es una situación muy incómoda. A mi suegra la persigue la prensa, a mi madre también. Solo pido que respeten mi intimidad porque nos lo merecemos todos y porque lo dice la constitución, porque yo no he ganado un duro con mi vida privada».

El expolítico ha contado una anécdota que le pasó hace tiempo estando con Malú: «Hay una noticia que podría haber sido muy dolorosa porque pueden llegar a generar un conflicto, pero a mí me pasó una cosa muy curiosa. Estábamos un sábado en casa con familiares y nos llegan al móvil mensajes de ánimo de amigos porque habíamos roto. Todo porque lo había dicho una periodista del corazón y te ves con 70 mensajes en diez minutos. Nos lo tomamos a guasa pero eso te puede complicar mucho como pareja. Hemos tenido mucha fortaleza para aguantar muchas cosas, hemos sido una roca, un equipo. Algunos decían que eran especulaciones y hoy en día tenemos una familia». Albert Rivera ha pedido una regulación de la intimidad de las personas para garantizarle la privacidad. Por último, Albert Rivera se ha mostrado muy contundente al respecto de su relación sentimental con Malú: «El amor triunfa sobre todos los obstáculos que le quieran poner y nosotros somos la prueba».

¿Le deja dormir su hija?

También habló de cómo está llevando los primeros meses junto a su pequeña: «Lucía es una santa. No quiero ofender a nadie pero mi hija duerme ocho horas como una bendita. Para eso soy un afortunado. Duermo muy tranquilo. También la felicidad inmensa que estoy teniendo porque con la política te pierdes muchísimo, vas a una velocidad que no te paras a pensar en los más importantes que son los que están en casa. Ahora estoy sirviendo a los más importantes de mi país que para mí son los míos».

Para terminar, pablo Motos le preguntó sobre una hipotética vuelta a la política, Rivera fue tajante: «La política española actual ni me apetece ni me atrae. Me apetece emprender, hacer cosas para la sociedad civil… He cerrado una etapa y no quiero volver a la política. He estado trece años en primera línea, he montado un partido político de cero, pero no voy a regresar».