Corazón

LAZOS DE SANGRE

Los Alba se unen para recordar a Luis Martínez de Irujo y Cayetano rompe a llorar sin consuelo

Los hijos de Cayetana de Alba parecen ponerse de acuerdo solo cuando el propósito es poner en valor el papel de su padre, Luis Martínez de Irujo.

La muerte de Cayetana de Alba dividió a toda la familia. A la ausencia de la matriarca, que dejó al clan sumido en dolor e incertidumbre, se unió el carácter dispar y el conflicto de intereses de los seis hijos de la Duquesa. En honor a la verdad, el conflicto principal tiene su raíz entre dos de los hijos de la duquesa: Carlos, actual duque de Alba, y su hermano pequeño, Cayetano. Ambos llevan años enfrentados y parece que solo se ponen de acuerdo para poner en valor el legado de su padre, Luis Martínez de Irujo.

Luis Martínez de Irujo, primer marido de la carismática Cayetana de Alba, es el más desconocido de sus maridos, y curiosamente el más longevo. Junto a él estuvo casada cerca de 25 años y del matrimonio entre ambos nacieron los seis hijos de la carismática aristócrata. Sobre él como pareja de la Duquesa, sobre su papel como Duque consorte de la Casa de Alba y sobre cómo fue su relación con sus hijos, versó anoche el último documental de Televisión Española.

En la última entrega de ‘Lazos de Sangre’, Carlos ha destacado la labor de su padre como duque de Alba consorte al igual que su sentido del humor: “He heredado lo mejor y también lo peor de mi padre. Mi hermano Alfonso solo lo peor”, dijo entre risas. Eugenia habló de un hombre ausente de ego “que ha motivado que otros (Jesús Aguirre) se adueñaran de su legado como duque consorte” y también de un empresario con visión de futuro: “Fue uno de los primeros en repartir beneficios con los trabajadores”.

Cayetano, por su lado, fue un paso más allá. A la hora de elogiar a su padre no escatimó en halagos, aunque eso le costara hacer de menos a otros miembros de la familia como a su hermano Carlos. El pequeño de los hermanos varones lleva años sin ocultar sus diferencias con el actual Duque de Alba y, en este programa, las ha vuelto a evidenciar. Cayetano puso en valor las grandes virtudes de su progenitor como la modestia, su labor organizativa y su cultura del esfuerzo y criticó abiertamente la forma de la que su hermano Carlos tiene organizada la casa: “Hizo en dos años lo que mi madre no hizo en toda una vida: convertir los palacios de nuestra familia en museos”.

El penúltimo de los hijos de Luis y Cayetana fue el único que, además de estar presente en el documental, estuvo en el debate posterior al visionado y, para sorpresa de muchos, fueron numerosas las veces que el Duque de Arjona rompió a llorar ante las cámaras. «Cuando mi padre murió no sólo perdimos a un padre, se perdió un sentido. ¿Quién soy yo y qué hago aquí?», confesaba con la voz rota el exmarido de Genoveva Casanova. Además, el jinete desveló cómo se enteraron de la muerte de su padre él y su hermana Eugenia: «Nos tuvieron durante días a mi hermana y a mí rezando para que mi padre se curara cuando mi padre ya estaba muerto. No nos dejaban ver siquiera la televisión para que no nos enteráramos de que había muerto. Un día mi hermano entró en casa y dijo: ‘Papá está en el cielo’, y se quedó tan ancho. Yo salí corriendo. Todavía me cuesta, todavía me sube la emoción y la tristeza porque no me dejaron despedirme de mi padre… Todavía todas las noches besó su foto antes de acostarme y la beso al levantarme», fueron las palabras con las que Cayetano dejó sin habla al resto de tertulianos. Además, tras asegurar que nunca pudo llorar debido a la disciplina y a las exigencias impuestas por su familia, confesó el trauma que la pérdida del Duque de Alba le provocó.

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