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Meghan ya tiene firma de cabecera. Si Kate Middleton confía en Alexander McQueen para las grandes ocasiones, la duquesa de Sussex ha depositado su confianza en la francesa Givenchy, cuya directora creativa es ahora la británica Claire Waigh Keller. La esposa del príncipe Harry no solo escogió a Givenchy para su vestido de boda, sino que en dos de sus últimas apariciones públicas ha confiado en la marca.
Lo ha hecho también en su debut en Ascot, con un conjunto muy similar al que lució en su primer acto en solitario con la reina Isabel. Se trata de un vestido camisero de corte lady en color crudo con bordados en la parte delantera y que va ceñido con un fino cinturón negro. Es un modelo hecho a medida que no está disponible para el público, por lo que se desconoce su precio. La Duquesa ha querido contrastar el blanco del vestido con complementos en negro, clutch de la misma firma, zapatos de salón y tocado de Philip Treacy. Como joyas, ha lucido unos sencillos pendientes de Birks.
Meghan ha compartido carruaje con la esposa del Conde de Wessex, Sophie Rhys-Jones y se la ha visto en todo momento muy animada con todos los que han asistido al tradicional evento. A quienes se ha echado de menos ha sido a los duques de Cambridge. El príncipe Guillermo se encontraba hoy cumpliendo con varios actos en Liverpool mientras que Kate está de baja maternal desde el nacimiento del pequeño Luis y solo asiste a eventos de vital importancia.
Esta vez, la reina Isabel que a principios de semana invitó a Meghan a viajar junto a ella en el Royal Train, ha vestido de amarillo, su color favorito. La monarca, que acaba de celebrar su cumpleaños en el ‘Trooping de Colour’ ha estado en todo momento muy sonriente y animada, a pesar de que es la primera vez que disfruta de las carreras de Ascot sin la compañía de su marido, el duque de Edimburgo, que anunció su jubilación el verano pasado.