Diana de Gales | Una vida a través de sus looks en 15 imágenes
Hace 20 años que nos dejó, pero su estilo permanece intacto en la memoria colectiva. Diana de Gales sigue siendo considerada como un icono de moda del siglo XX que no ha perdido en absoluto vigencia. Toda una adelantada a su tiempo, fue muy consciente del poder y el gran impacto que su imagen provocaba en el público, de modo que la empleó como su mejor arma para expresar quien era en realidad y cómo se sentía. La moda fue una herramienta inestimable para reafirmar la confianza en sí misma y que había perdido durante sus años en Palacio.
Tímida e insegura
Clásica, recatada y romántica en los primeros tiempos, desde su noviazgo con el príncipe Carlos su vestimenta mostraba a una joven tímida e insegura que no tenía muy definidos sus gustos. De aquella época es la inocente “falda de la polémica”, bautizada así debido al revuelo que provocó al transparentarse al trasluz, mientras ejercía de niñera.
Su barroco vestido de novia marcó a toda una generación poniendo de relieve los excesos estilísticos de los años 80. Muy recargado y barroco, fue la materialización del ‘cuento de hadas’ y el más imitado en los primeros años de la década. No obstante, el sueño se convirtió en pesadilla y Diana vivió sus años más amargos, también en lo que a moda se refiere. Pendas ‘oversize’ y sin forma que escondían su silueta, casi caricaturizándola, componían su uniformes en actos oficiales. Para la noche, el exceso de brillo se convirtió en su principal error.
El “vestido de la venganza”
Afortunadamente, sus looks experimentaron una notable evolución con el paso del tiempo, alcanzando su plenitud tras su separación del príncipe Carlos de Inglaterra en 1992. Con la llegada de los años 90 su estética se fue depurando gracias, en parte, a su vinculación con grandes firmas internacionales como Versace, al que le unía una gran amistad. Entonces Diana vivió su plenitud estilística.
El famoso “vestido de la venganza” marcó un antes y un después al suponer toda una declaración de intenciones. Fue el modelo con el que Lady Di dio esquinazo definitivo a su esposo después de admitir públicamente sus infidelidades con Camilla Parker Bowles. Era un modelo confeccionado en seda negra con un sensual escote que quejaba sus hombros al descubierto, firmado por Christina Stambolian.
Desde entonces la sofisticación se abrió paso en su vestidor con prendas elegantes y un tanto atrevidas, con las que definitivamente se ganó el título de ‘princesa de corazones’.