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Acné y verano: porque la piel "florece" con el cambio de estación

La piel en primavera y en verano se "revoluciona" y puede llevar a la aparición de acné que debemos tratar con una buena limpieza y descansando,

Los granos y el acné, después de la adolescencia, ya no son sinónimo de juventud, sino que pueden llegar a ser bastante molestos e incluso dar vergüenza. Puntualmente el acné aumenta en primavera y sobre todo en verano. ¿Pero por qué? Estas son las principales causas de este molesto problema.

Acné y verano: porque la piel «florece» con el cambio de estación

En primavera, la naturaleza florece y también tu piel algo que puede suceder también en verano, cuando el buen tiempo y las altas temperaturas se asientan. Si estás luchando actualmente contra erupciones, forúnculos y espinillas blancas, es posible que esté desesperado. ¿Te has preguntado por qué el cambio de estación puede traer consigo este molesto problema?.

Varias pueden ser las causas al respecto, de modo que las vamos a ir analizando una a una, además de buscar también una posible solución.

Mascarillas

Si ha notado más erupciones en la barbilla, la mandíbula y las mejillas, podría ser la mascarilla que llevamos desde hace meses debido a la pandemia. Desafortunadamente, el calor favorece el sudor, la grasa, las bacterias y la humedad que quedan atrapadas bajo la cubierta del rostro y con ello que nos llenemos del llamado «maskne».

Para evitarlo, tan solo debes cambiar la mascarilla de forma regular y además tratar la piel antes y después de su uso. Primera con una crema humectante que mantenga la hidratación del rostro y al quitárnosla, lavando la cara con un jabón neutro que limpie el sebo o el sudor acumulado y evite la aparición de más espinillas.

No es acné

Si las espinillas asoman alrededor de la línea del cabello, la frente, el pecho o la espalda y se ven como pequeñas protuberancias rojas que pican y son aproximadamente del mismo tamaño, podría ser acné por hongos (también conocido como foliculitis por Malassezia).

Será necesario la visita al dermatólogo para que vea la piel y te prescriba el mejor tratamiento médico.

Te lavas poco la cara

Durante el día, la suciedad, la grasa, el maquillaje y la mugre se acumulan en la piel. Si no te lavas la cara antes de acostarte, toda esa basura se transfiere a la funda de almohada, que se transfiere de vuelta a tu cara.

Duermes poco

No dormir lo suficiente significa que tu cuerpo está expuesto a niveles altos y constantes de cortisol, lo que puede hacer que las espinillas florezcan. De manera similar a lo que sucede durante los momentos de estrés, las hormonas que liberan cortisol en realidad pueden unirse a las glándulas sebáceas, lo que las acelera y causa acné.

Exageras con la limpieza

Si un poco de lavado no es bueno, lavar demasiado también puede ser contraproducente contra la piel. La exfoliación irregular es una de las causas del acné.

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