Zapatillas y fantasía nórdica: Silvia y Victoria de Suecia modernizan el glamour real en Estocolmo
Cada año, el 'Polar Music Prize' reúne en Estocolmo a lo más destacado del panorama musical internacional y a la familia real sueca
Victoria de Suecia ha destacado por su estilismo en el 'Polar Music Prize'
La princesa Magdalena de Suecia y Chris O'Neill han sido los grandes ausentes en esta edición del 'Polar Music Prize'


Cada año, el Polar Music Prize reúne en Estocolmo a lo más destacado del panorama musical internacional y a la familia real sueca en un evento que combina cultura, tradición y un toque de glamour escandinavo. Fundado en 1989 por Stig Stikkan Anderson, conocido por haber sido representante y letrista de ABBA, este premio se ha consolidado como uno de los más prestigiosos del mundo. Y como cada edición, la cita no sólo celebra a los grandes nombres de la música, también se convierte en una ocasión perfecta para ver a la realeza sueca en una de sus versiones más sofisticadas y cercanas.
Este año, uno de los momentos más esperados fue la entrega del premio a Queen, banda icónica del rock británico. Aunque sin Freddie Mercury, la representación no defraudó: Brian May y Roger Taylor acudieron a recibir el galardón este martes, 27 de mayo, entre aplausos y una buena dosis de nostalgia. La emoción alcanzó su punto álgido cuando comenzó a sonar Another One Bites The Dust, tema que logró que tanto los reyes como los príncipes se levantaran de sus asientos para seguir el ritmo, demostrando que la música tiene el poder de unir generaciones y coronas.
La familia real de Suecia en unos premios en Estocolmo. (Foto: Gtres)
En cuanto al estilo, hubo varios momentos dignos de mención. La reina Silvia, que se encuentra en proceso de recuperación tras una operación de Hallux Valgus (una afección comúnmente conocida como juanetes), hizo una aparición que no pasó desapercibida. Lució un vestido de gala en tono plateado, decorado con perlas y acompañado por un pañuelo a juego. Pero lo que realmente sorprendió fue su calzado: unas zapatillas deportivas plateadas con suela blanca, una elección poco habitual en eventos de este tipo, pero comprensible dadas sus circunstancias médicas. Incluso, según medios locales como Hänt, una de ellas iba desatada al llegar, apoyada en el brazo del rey Carlos Gustavo. Un detalle humano que demuestra que incluso en los entornos más formales, la comodidad a veces manda.
Por su parte, la princesa Victoria optó por un estilismo elegante y sobrio en negro, apostando por un conjunto de estreno formado por un top de hombros descubiertos, de corte ajustado, y una voluminosa falda de tul con abertura lateral, diseño de la sueca Selam Fessahaye. Un look contemporáneo y bien equilibrado, con el que volvió a demostrar su capacidad para adaptarse a las tendencias sin renunciar a la formalidad que exige su posición. Sin embargo, lo más destacado fueron las joyas. Victoria estrenó piezas de la diseñadora Maria Nilsdotter, inspiradas en la figura mitológica de la Huldra, un ser del folclore escandinavo. Un collar con perlas incrustadas y unos llamativos pendientes de araña con cuarzo transparente y perla de vidrio completaron su conjunto con un toque de originalidad y simbolismo.


Victoria de Suecia junto al príncipe Carlos. (Foto: Gtres)
Acompañada por su marido, el príncipe Daniel, y su hermano, el príncipe Carlos Felipe (que asistió sin su esposa, la princesa Sofía), la princesa fue uno de los rostros más fotografiados de la noche. También se notó la ausencia de la princesa Magdalena y Chris O’Neill, actualmente centrados en el cuidado de su hija recién nacida, Inés.