Windsor, escenario histórico de ‘sí, quiero’ reales

La del príncipe Harry y Meghan Markle ha sido la última, pero la capilla de San Jorge ha sido tradicionalmente el escenario elegido por muchos miembros de la realeza británica para celebrar sus enlaces. Un lugar idílico a pocos kilómetros de Londres, alejado del bullicio de la ciudad, donde se combina la majestuosidad y grandiosidad de un enclave histórico con la tranquilidad y sosiego que ofrece la campiña inglesa.

Desde el siglo XIX han sido numerosos los enlaces ‘royal’ que se han oficiado en la capilla de San Jorge, que hace apenas unas horas ha sido testigo de la boda más esperada de los últimos tiempos. Windsor es, sin duda, uno de los lugares preferidos de la reina Isabel y aunque ella no lo eligiera para casarse con el duque de Edimburgo, sí que fue el lugar donde su hijo, el príncipe de Gales se casó por segunda vez con Camilla Parker, su amor de juventud.

17 bodas en 2 siglos

En los últimos dos siglos un total de 16 bodas se han celebrado en el Castillo de Windsor. La primera de ellas en 1863, 10 de marzo cuando el Príncipe Alberto  contrajo matrimonio con la princesa danesa Alexandra. Tres años después, el 5 de julio 1866, Windsor volvió a acoger una boda real, la de la quinta hija de la reina Victoria, la princesa Helena con el príncipe Christian  de Schleswig-Holstein.

Hasta 1871 no hubo más bodas en el castillo. Fue en dicho año cuando la siguiente hija de la Reina, la princesa Louise, le dio el ‘sí, quiero’ a John Campbell, marqués de Lorne. Adelantada a su tiempo, la novia se atrevió a lucir en la ceremonia un velo diseñado por ella misma. Casi ocho años después, en marzo de 1879, su hermano, el príncipe Arturo, se casó con la sobrina nieta del emperador alemán.

En abril 1880 se produjo un paréntesis en las bodas vinculadas a la progenie de la reina Victoria. La princesa Federica, hija mayor del rey Jorge V de Hannover se casó con el barón Alfons Von Pawel-Rammingen. Fue la única  excepción que confirma la regla, ya que en abril de 1882 , el príncipe Leopold, octavo hijo de la reina Victoria, también escogió Windsor como escenario para su boda con la princesa Helena Friederike. 

Algunos de los nietos de la Reina también se decantaron por Windsor, como la princesa Marie Louise en 1891 o la princesa Alicia en 1904, príncipe Leopold y la princesa Helena, al casarse con el príncipe Alejandro en la capilla de San Jorge.

Sin embargo, no todo han sido familiares de la Reina. En junio de 1905, la princesa Margaret, hija del duque de Connaught se casó con el príncipe Gustaf, y en septiembre de 1919, Lady Helena, la hija del marqués de Cambridge, se casó con el comandante Gibbs de la Guardia Coldstream. No sería hasta 1957 cuando Windsor acogiese otra boda, la de Anne, nieta de de los condes de Athlone.

Casi cuarenta años después, el 18 de julio 1992, la capilla recuperó su esplendor con el enlace de Lady Helen Windsor, la hija de el duque de Kent, con Timothy Taylor, y el del hijo menor de la reina Isabel, el príncipe Eduardo, que contrajo matrimonio con Sophie Rhys Jones el 19 de junio de 1999.

El 9  de mayo de 2005 marcó un antes y un después. Casi diez años después de la muerte de su exmujer, Carlos de Inglaterra por fin contraía matrimonio con la que ha sido, sin duda, la mujer de su vida. El príncipe de Gales le daba el ‘sí, quiero’ a Camilla Parker tras obtener el permiso de la Reina y ella se convertía en duquesa de Cornualles. La de Carlos ha sido la más significativa hasta la fecha, pero no la última boda que se ha celebrado en Windsor hasta la de su hijo. El 17 de mayo de 2008, Peter Philips , el hijo mayor de la princesa Ana y el primer nieto de la reina Isabel II, se casó con Autumn Kelly en una emotiva ceremonia a la que no faltaron los miembros más relevantes de la Familia Real.