La última sonrisa de la Reina Isabel II
Muere la Reina Isabel: adiós a una monarca de récord contra todo pronóstico
La reina Isabel gana una nueva partida al príncipe Carlos
El especial detalle de la Reina Isabel con Kate Middleton
Muere la Reina Isabel II: así será su funeral
Adiós a una de las figuras clave de la historia mundial reciente. La Reina Isabel ha fallecido este jueves 8 de septiembre, en su residencia predilecta, el Castillo de Balmoral. Un lugar cargado de historia que forma parte de su patrimonio personal, desde que su padre lo comprara al que fuera monarca, Eduardo VIII. Siempre se ha dicho que en Balmoral es donde la Reina se sentía más libre y no tenía reparos en mostrar su imagen más natural.
Un fallecimiento que ha conmocionado al mundo entero y que se produce dos días después de que la Reina recibiera a Liz Truss y le encargara la tarea de formar Gobierno en su nombre. Truss es la decimosexta Primera Ministra que recibe la monarca que, curiosamente, inició su andadura en la jefatura del Estado con Winston Churchill, que nació justo cien años antes que la actual Primera Ministra.
En la breve audiencia que mantuvo la monarca con la política, la Reina Isabel mostró su mejor sonrisa. Ligeramente encorvada, apoyándose en un bastón y vestida con la típica falda en tejido tartán, la Reina recibió a Truss en una de las estancias de Balmoral. Nada hacía presagiar entonces que, tras varias semanas sin aparecer en público, este sería su último acto oficial. Es cierto que saltaron ciertas alarmas por la palidez del rostro de Su Majestad, así como las manchas oscuras de sus manos, pero era impensable considerar que su adiós estuviera tan cerca. La propia Liz Truss le ha dedicado unas emotivas palabras y ha hablado de ella como La roca que sustenta Reino Unido.
Su cálida sonrisa, la que siempre la ha acompañado desde que asumiera el testigo de su padre en 1952, ha sido su seña de identidad. Una sonrisa cercana que nunca ha dejado de adornar su rostro, incluso en los momentos más complicados y que incluso en medio de la pandemia fue un halo de esperanza: “nos volveremos a encontrar”, dijo en un discurso en plena crisis sanitaria desde el Castillo de Windsor, vestida de verde esperanza.
La agenda de la Reina Isabel se ha visto muy reducida en los últimos tiempos debido a sus problemas de movilidad, sin embargo, la soberana ha estado comprometida con la institución hasta el último momento. Pese a que los rumores de abdicación han sido una constante desde la muerte de Felipe de Edimburgo, la reunión de Isabel II con la Primera Ministra Liz Truss deja claro que la monarca no ha flaqueado en su compromiso hasta el final de sus días. Un adiós marcado por una sonrisa que define perfectamente el carácter de la Reina Isabel. Ahora solo toca seguir adelante y honrar su memoria y su inconmensurable legado.