La ‘tristeza’ de Letizia y el mimetismo con Felipe: así ha sido el cierre de semana de los Reyes
Los Reyes han cerrado su agenda semanal con dos actos en Madrid tras el viaje de cooperación de doña Letizia a Honduras.
Punto final a una semana intensa para los Reyes, especialmente para doña Letizia. Después de retomar su agenda internacional con un nuevo viaje de cooperación a Honduras para mostrar la solidaridad de España con el país tras el paso de los huracanes Eta e Iota, la esposa de Felipe VI ha cerrado su agenda semanal con dos actos junto al monarca.
Sus Majestades se han trasladado hasta la madrileña Plaza de los Sagrados Corazones para inaugurar un monumento en homenaje y recuerdo a los sanitarios que han dado su vida y luchado con toda su energía contra la pandemia. Una iniciativa impulsada por el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y refrendada por todas las profesiones sanitarias. El Ayuntamiento de Madrid ha cedido la ubicación elegida para colocar el monumento-escultura, donado por la Agrupación Mutual Aseguradora y elaborado por el artista Jaume Plensa, responsable también de la Cabeza de Julia, que se encuentra en la Plaza de Colón.
Para esta cita, don Felipe y doña Letizia han apostado por looks coordinados en los que el azul oscuro, casi negro, ha sido el gran protagonista. Ambos con mascarilla de tipo FFP2 en lugar de las higiénicas que suelen lucir habitualmente. En este caso, se trata de una de nanofibras realizada por el CSIC y en cuya parte derecha aparece el escudo de España.
Doña Letizia ha recuperado de su fondo de armario un pantalón azul marino de raya diplomática, que ha combinado con una sencilla blusa blanca. Para resguardarse del frío ha optado por un abrigo de corte clásico de Hugo Boss en color navy, anudado a la cintura y con solapas de pelo. Lo más llamativo de su look es que, después de sorprendernos en su viaje de cooperación con un look de ‘cooperante’, con pantalones beige y botas de estilo militar, en esta ocasión, la Reina también ha preferido bajarse de los tacones y ha lucido unos mocasines con suela de goma en color azul de Uterqüe. Como suele ser habitual en los últimos meses, la Reina ha recogido su cabello en una coleta alta y se ha decantado por un discreto maquillaje, enfatizando la mirada, en la que se percibía una cierta melancolía. Como joyas, su inseparable anillo dorado de Karen Hallam y los pendientes con forma de estrella de brillantes de la firma Chanel, unos de sus favoritos.
Al igual que la Reina, don Felipe ha apostado por un estilismo en colores oscuros, en la gama cromática de los azules, de manera que ambos estaban perfectamente mimetizados.
Después de la inauguración del monumento, Sus Majestades se han trasladado hasta el centro de atención a mayores dependientes de Cáritas Diocesana Santa Catalina de Alejandría, ubicado en la localidad de Brea de Tajo, en el que se atiende a vecinos afectados por el despoblamiento rural. Allí han sido recibidos con mucho cariño por los residentes e incluso algunos niños les han obsequiado con una bonita tarjeta.
Con la Navidad a la vuelta de la esquina, los últimos días han sido especialmente difíciles para la Familia Real, debido a la situación de don Juan Carlos. A pesar de los rumores sobre su posible vuelta a España por estas fechas, hace unas horas, desde el Palacio de la Zarzuela confirmaban que el exmonarca permanecería en Abu Dabi en Navidad y que no iba a viajar debido a la pandemia. Una decisión que pone en una delicada situación a la propia doña Sofía, cuyos planes para estos días no han trascendido, sobre todo ahora que está en el aire la posibilidad de que la infanta Elena visite a su padre los próximos días.