El rey Carlos III, traicionado por uno de sus empleados en su momento más delicado
Uno de los empleados del monarca ha intentado abusar de su posición
El rey Carlos está centrado en su tratamiento para el cáncer
No es un buen momento para el rey Carlos III, pero no únicamente por cuestiones de salud, sino también porque acaba de recibir un varapalo por parte de alguien muy cercano al monarca. Así lo han confirmado medios británicos, que aseguran que un empleado del rey Carlos se ha saltado todos los protocolos establecidos para poder llegar de manera directa a él, aprovechando su situación.
Se trata de David White, cuyo papel era asesorar a Carlos III en cuestiones relacionadas con la heráldica y con protocolos relativos en determinadas ceremonias. White tenía el cargo, hasta ahora, de Rey de Armas Principal de la Orden de la Jarretera y, por ejemplo, estuvo presente en la ceremonia de proclamación de Carlos como rey en el Palacio de St. James, justo después de la muerte de la Reina Isabel en septiembre de 2022.
Tal como ha revelado en exclusiva el tabloide Daily Mail, White se ha aprovechado de la vulnerabilidad de Carlos III en esta complicada etapa para asegurar el nombramiento de alguien cercano en un puesto de alto nivel en su departamento. En lugar de recurrir a los cauces habituales, White prefirió utilizar vías alternativas para asegurar que el rey Carlos III firmara el nombramiento, a pesar de que él no tiene la potestad de recomendar al jefe del Estado candidatos para puestos dentro de la Casa Real.
Sin embargo, cuando tuvo constancia de que había una vacante como Secretario de la Orden de la Jarretera en el Colegio de Armas, White aprovechó la oportunidad para colocar a uno de sus colegas, Peter O’Donoghue, que ya era heraldo en la Orden de la Jarretera.
Según informa el tabloide, otros asesores eran conscientes de esta vacante, y habían sido formalmente avisados para que presentaran a sus candidatos a través del procedimiento habitual. Algo que White se saltó y aprovechó para que su recomendación llegara directamente a un empleado que trabaja para Carlos III, sin pasar por sus secretarios, lo cual es absolutamente inusual.
A esto hay que añadir que todo esto ocurrió en un momento en el que Carlos estaba en pleno tratamiento en Londres, lo que ha provocado un gran descontento en Palacio, ya que el monarca estaba concentrado en otras cuestiones mucho más importantes.
Un momento delicado
A pesar de que no es un buen momento para la Familia Real en general y, en particular, para el rey Carlos III por su estado de salud y por su tratamiento para el cáncer, el monarca no se ha llegado a desvincular del todo de su papel como jefe del Estado. El padre del príncipe de Gales ha reducido de manera considerable su agenda, pero no ha dejado de participar en actos de importancia, o de atender cuestiones de especial relevancia para el día a día de la institución. Precisamente por esto, por el compromiso de Carlos con su papel, no ha sido necesario poner en funcionamiento mecanismos de sustitución del monarca, como es el caso de los consejeros de Estado.
Sin embargo, sí se ha dicho que hay que evitar molestar al rey en la medida de lo posible y no cargarle con cuestiones que puedan suponer una presión adicional innecesaria. Por esto, David White ha preferido tomar la iniciativa, aunque esto haya supuesto una ruptura de la confianza del rey.