Todo sobre Marivent: la residencia `abandonada´ por Felipe y Letizia
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El Palacio de Marivent es conocido por ser la residencia vacacional preferida por la Familia Real para sus viajes a Mallorca. Está ubicado sobre el acantilado de Cala Major, en una finca de más de 33.000 metros cuadrados con jardines y pinares, y con un gran torreón presidiendo el edificio. Esta imponente edificación fue obra del ingeniero de origen griego Joan de Saridaki, quien se encargó de dirigir su construcción durante los años veinte del pasado siglo. Durante un total de cuatro décadas, el reputado artista residió allí junto a su familia. Una larga estancia que hizo que se enamorara por completo de la isla, lo que le llevó a tomar la decisión de entregar la propiedad a la Diputación Provincial de Baleares después de su muerte.
Ana Marconi, viuda del artista, fue la encargada de cumplir una de las últimas voluntades de su marido; y el 28 de abril de 1966 se oficializó dicha donación. El objetivo de Saridaki con este regalo era que el Palacio fuera transformado en un museo para que todo el mundo disfrutase de forma gratuita de su gran colección de arte: cerca de 1.300 obras, 2.000 libros y más de 100 piezas de mobiliario. Miles de bienes de gran valor que incluían pinturas de Delacroix, Picasso o Goya. El 4 de agosto de 1973, los entonces príncipes Juan Carlos y Sofía, pisaron por primera vez el Palacio para tomar posesión de la finca como residencia estival habitual. Desde entonces, los Borbón han acudido cada año a Marivent para disfrutar en familia de sus vacaciones de Semana Santa o verano. En el año 1986, la Justicia ordenó la devolución de las obras, el mobiliario y los libros al heredero de Saridakis, quien los había reclamado judicialmente tras conocer que se estaba incumpliendo el mandato acordado por su padre. Toda una batalla judicial que no consiguió expulsar a los Borbón del Palacio, aunque sí logró dejar a éste desnudo. Patrimonio Nacional no tardaría mucho tiempo en volver a decorar Marivent; que desde entonces ha sido testigo de visitas históricas como la de Carlos y Diana de Gales, los emperadores de Japón, Akihito y Michiko; Bill y Hillary Clinton o el mismísimo Mijail Gorbachov.
El interior de este Palacio de Marivent está compuesto por dos plantas y una buhardilla, en las que los Borbones han podido hacer uso de un total de ocho habitaciones, una biblioteca, un gran salón, un comedor, un recibidor, una cocina y tres cuartos de baño. Además cuenta con una amplia terraza con porche que rodea toda la casa y unas vistas espectaculares sobre la bahía palmesana. Además de este lujoso Palacio, la finca alberga la residencia de Sol Vent, donde Don Felipe y Doña Letizia solían veranear cada año; además de otras dos casas de unos 200 metros cuadrados cada una, en las que se alojaban la infanta Elena y la infanta Cristina con sus respectivas familias. En la finca también hay un helipuerto y una masía, zona reservada para el personal doméstico de Casa Real. Con el paso de los años, la distancia entre los distintos miembros de la Familia Real ha ido aumentando; lo que ha dejado a la Reina Sofía como única guardiana de Marivent, donde ha regresado esta misma Semana Santa para disfrutar de unos días en la isla junto a su hermana Isabel. Quizás, tal y como han apuntado algunos expertos en realeza, en su idea de abandonar la senda marcada por Juan Carlos I y marcar su propio camino. Al margen de la alargada sombra del emérito.