Las rutinas de seguridad que marcan el día a día de la Familia Real española
Esta misma semana trascendía que para el viaje de Letizia a Salamanca se necesitó activar un protocolo sanitario especial
En alguna ocasión, el jefe de Estado ha reservado algún restaurante sin dar su nombre
Por todos es sabido que cuando la Familia Real española tiene previsto un acto o viaje, los protocolos marcan la tónica general de sus reapariciones, sobre todo, los que tienen relación con la seguridad. Pese al hermetismo que siempre gira en torno a la Corona, con el fin de generar una burbuja de protección, con el paso de los años se han ido conociendo algunos detalles sobre cómo viven su día a día Sus Majestades los Reyes Felipe y Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofóa.
El código del Rey para no ser descubierto
El pasado fin de semana trascendió que el Rey Felipe había repetido el mismo plan que realizó el pasado año: un viaje a Baqueira con amigos, con quienes disfrutó de uno de sus deportes preferidos, el esquí. Sin embargo, no se pudo identificar el grupo con el que el Monarca se desplazó al citado enclave, pero sí se supo que disfrutó de una cena en el restaurante El Fogón del Valle, situado en Vielha.
Fue la noche del viernes, tal y como reveló Tatiana Wandurraga, responsable del local, al diario Segre, cuando»no supimos que era el Rey hasta que entró por la puerta». Esto explica que el jefe de Estado practica un modus operandi para evitar pasar desapercibido porque existen dos opciones: o bien no reservó él mismo o hizo la reserva con un pseudónimo. De ser así, no sería la primera vez que esto ocurre, pues son varias las ocasiones en las que tanto en pareja con Doña Letizia o en otras compañías, el Rey aparece en un local con una reserva a un nombre que nada tiene que ver con el suyo propio.
Esta fórmula que utiliza el Rey se hizo pública en el verano de 2004 durante su estancia de verano en Palma de Mallorca. Se desplazó hasta la localidad balear de Ses Salines para probar la carta de Casa Manolo, o Bodega Barahona. Un restaurante de comida tradicional en el que el matrimonio real había reservado mesa a nombre de los señores de Rodríguez.
Protocolo sanitario
Por otro lado, este mismo martes, se conoció el particular protocolo sanitario que preparó Salamanca para recibir a la Reina. Un día antes de su visita se indicó a los propietarios de algunos coches aparcados en el recorrido que iba a realizar Letizia que debían retirarlos lo antes posible. Esta norma es habitual, pues forma parte del dispositivo de seguridad de Casa Real. Con motivo de esta reaparición, se solicitó también que esté contemplada una reserva de sangre para ser utilizada en el caso de que la esposa del Rey Felipe VI la necesitara. La Reina pertenece al grupo 0+, sangre muy común cuyas reservas nunca suelen faltar porque se trata del grupo más frecuente en la sociedad española. Reseñar que esto no ocurriría cuando visitaba la ciudad el rey Juan Carlos, que tiene grupo sanguíneo A-, algo que solo tienen el 8 por ciento de los españoles.
Por otro lado, en este protocolo sanitario también se contempló la reserva de una habitación en el área de Urgencias y, cuando la consorte aterrizó en el aeropuerto de de Matacán la esperaba una ambulancia que hizo el mismo recorrido que su vehículo privado hasta el centro de la ciudad, informó La Gaceta de Salamanca.
La recomendación que a veces se saltan el Rey y la princesa Leonor
Lo habitual es que el Rey y su heredero o heredera no utilicen el mismo medio de transporte para así garantizar, en caso de accidente que ambos no se vean afectados. Por eso, no es habitual que la princesa Leonor y el Rey Felipe vayan en el mismo coche. Lo más frecuente es ver a los Reyes en un vehículo y a la princesa Leonor y a la infanta Sofía en otro, sobre todo, cuando se trata de actos oficiales.
Sin embargo, esto no ocurre siempre así. De hecho, en salidas privadas es habitual ver cómo don Felipe y la princesa de Asturias van en el mismo coche.