El Rey Carlos ‘rentabiliza’ una de sus grandes aficiones en medio de la polémica

Un pequeño respiro para el Rey Carlos III. Cuando quedan apenas dos meses para su Coronación y se encuentra inmerso, no solo en los preparativos de este gran día, sino también en los de su próximo viaje de Estado junto a la Reina Camila, ahora ha trascendido que el monarca va a llevar a cabo una exposición en uno de los lugares preferidos de la Reina Isabel.

Tal como se ha podido saber, a partir de comienzos del mes de abril y hasta mitad del mes de octubre, el salón de baile de Sandringham House, la residencia de la Familia Real en Norfolk, donde los Windsor suelen disfrutar de fechas tan especiales como la Navidad, va a acoger una muestra con más de cuarenta pinturas del monarca. Y es que uno de los talentos y aficiones del Rey, además de la escritura o su pasión por la naturaleza es la pintura. Una pasión que compartía con su padre, el duque de Edimburgo, que a lo largo de su vida también llegó a realizar numerosos cuadros.

Un portavoz de la propiedad de Sandringham ha confirmado a varios medios británicos que la colección de pinturas se centran en paisajes de la campiña inglesa, así como en residencias reales, desde una interpretación creativa por parte del monarca. Por ejemplo, se incluyen varias escenas que Carlos III pintó en las colinas de la zona de Gales, en las Tierras Altas, en el Castillo de Windsor, en su residencia de Highgrove, en Balmoral o en la finca de Sandringham, donde ahora van a ser expuestas.

El Rey Carlos nunca vende los originales de sus obras, pero según ha trascendido, el monarca ha estado rentabilizando este trabajo al ofrecer impresiones firmadas en ediciones limitadas por 15.000 libras cada una. Importes que han ido destinados a su fundación benéfica. En 2016 se reveló que las ventas de sus impresiones habían recaudado más de seis millones de libras y se cree que la cantidad se ha disparado desde entonces.

En varias ocasiones, el soberano ha hablado de su pasión por la pintura. Por ejemplo, en un libro publicado en el año 1991 bajo el título Las acuarelas de SAR El Príncipe de Gales, Carlos comentó que se dedicó por completo a la pintura porque encontró poco satisfactoria la fotografía. Una afirmación curiosa si se tiene en cuenta que su nuera, la actual princesa de Gales, es una apasionada de esta disciplina. «Simplemente, experimenté una necesidad abrumadora de expresar lo que veía a través de la acuarela y de transmitir esa sensación de textura casi ‘interna’ que es imposible de lograr a través de la fotografía…», dijo el monarca en este libro, en el que habló también de las dificultades que tuvo para plasmar algunos entornos, en concreto, el de Sandringham.  «Hasta que traté de pintar Sandringham, pensé que Balmoral era lo suficientemente difícil… Pero Sandringham está en una liga propia, como descubrí en el momento en que comencé a dibujar la casa. Es un verdadero campo minado de hastiales, miradores, parapetos, balaustradas, torres, cúpulas y gigantescas chimeneas. Tratar de obtener la perspectiva correcta fue un desafío intrigante en sí mismo…Además, lo complique todavía más al seleccionar un ángulo bastante imposible desde el cual hacer la pintura, pero pensé que sería más interesante que la mayoría de los demás».

Más allá de su faceta como pintor, en el año 2013, el entonces príncipe de Gales participó en un documental llamado Royal Paintbox que exploró a los artistas reales a través de los siglos.