Atrás los rencores: Margarita de Dinamarca entierra el hacha con su nuera con un emotivo discurso

«Ser un príncipe heredero no es fácil cuando eres joven, pero has encontrado tu propio camino, y cada vez que has comenzado algo nuevo, has demostrado la fuerza que vive en ti.” Una madre orgullosa. Así se ha sentido la reina Margarita este sábado, en la celebración del 50 cumpleaños de su primogénito, el príncipe Federico de Dinamarca. La monarca ha tirado la casa por la ventana y ha organizado una fiesta por todo lo alto para conmemorar el medio siglo de vida de su hijo. Una fecha cargada de significado, ya que ha sido el primer aniversario en el que no está presente su padre, fallecido el pasado mes de febrero.

[EN IMÁGENES | La emoción de la reina Margarita acapara todas las miradas en el ‘balcón real’]

“Me habría gustado que tu padre hubiera estado aquí hoy” ha dicho la Jefa de la Casa Glücksburg con emoción contenida. Sin embargo, la ausencia de Henrik no ha sido óbice para que Margarita deje claro que se siente muy orgullosa de su hijo y también de su nuera, con quien antaño mantuvo una no tan buena relación. “Cuando conociste a Mary, comenzaste un nuevo capítulo en tu vida. Al principio erais dos, luego tres, luego cuatro y finalmente seis, toda una familia de la que podéis disfrutar. Tú y Mary no solo habéis creado una maravillosa familia sino que también habéis sabido cómo compaginar la vida familiar con las complejas tareas que se esperan de vosotros”, ha resaltado.

La pareja de príncipes ha llegado al palacio de Christianborg poco antes de las 19:30 de la tarde en coche de caballos y aclamada por la multitud. Durante todo el recorrido hasta la puerta de palacio, Mary y Federico han saludado de manera efusiva y sin perder la sonrisa a todos los curiosos que se concentraban en las inmediaciones del edificio , donde les esperaban representantes de numerosas Casas Reales Europeas.

Además de algunos familiares de la princesa Mary y toda la Familia Real Danesa, no han faltado los Reyes de Suecia acompañados de los príncipes Victoria y Daniel, Haakon y Mette Marit de Noruega, Máxima y Guillermo de Holanda, Enrique y María Teresa de Luxemburgo y la Familia Real Griega, primos de los Glücksburg.

Durante el banquete, que se ha organizado en mesas redondas, el Príncipe ha escuchado con emoción las palabras que le ha dedicado su madre en un día tan especial y ha sonreído con ternura en varias ocasiones. Federica estaba sentado junto a la reina Matilde de Bélgica mientras que la princesa Mary ha compartido velada con el gran duque de Luxemburgo.

Una de las presencias más esperadas era la del príncipe Pablo de Grecia y su esposa Marie Chantal, ya que se trataba de su primer compromiso ‘royal’ tras posicionarse en la red a favor de doña Sofía en la ‘crisis de las reinas’. Aunque se esperaba que la norteamericana y doña Letizia se pudieran reencontrar , finalmente no ha podido ser ya que los Reyes no han asistido por tener que presidir el Día de las Fuerzas Armadas.

Para esta ocasión tan especial, la esposa del heredero se ha decantado por un vestido en color champán y se ha ‘coronado’ por una singular tiara que adquirió ella misma y que también puede utilizarse como gargantilla. Se trata de una pieza perteneciente a la casa de subastas Bruun Rasmuseen, y está elaborada en oro y plata con pequeños rubíes redondos, diamantes y espinelas.