La reina Isabel revela a su familia sus planes para la Navidad
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A pesar de que lleva varias semanas sin participar en actos de cara al público, la reina Isabel espera con ganas la llegada de la Navidad. Así lo han confirmado varios medios británicos, que aseguran que la monarca tiene muchas ganas de reunir a su familia de nuevo en su residencia en Norfolk, Sandringham, lugar en el que tradicionalmente se han celebrado estas fiestas.
A falta de confirmación oficial por parte del Palacio de Buckingham, todo parece indicar que la evolución de Su Majestad es positiva y que se está recuperando bien del fuerte dolor de espalda que no le permitió hace algunos días asistir a los actos de celebración del Remembrance Day, donde se esperaba su reaparición tras dos semanas ajena a la actividad institucional.
Sin embargo, la soberana ha continuado cumpliendo con varios de sus compromisos de manera privada, en su residencia en el Castillo de Windsor. Han sido varias las imágenes que desde el departamento de prensa de Palacio se han distribuido de las diferentes audiencias y encuentros que ha mantenido la Reina en estos últimos días, donde se aprecia que tiene buen aspecto y continúa al pie del cañón. No obstante, ya se ha revelado que, de cara a su posible vuelta a la actividad fuera de Windsor, ya no asistirá sola a más compromisos, sino que irá acompañada de otro miembro senior de la familia, para evitar así contratiempos por posibles cancelaciones de última hora.
Una fuente cercana a la Reina ha asegurado que Su Majestad ha anunciado al resto de miembros de la familia que se encuentra mucho mejor y que su mayor deseo es poder celebrar las fiestas todos juntos en Norfolk. No en vano, la pandemia obligó a que el pasado año tuviera que prescindirse de esta celebración tan especial, en la que se cumplen una serie de tradiciones tan peculiares como la de pesar a los asistentes a su llegada a la casa y cuando se marchan -para ver cuánto han engordado y en función de eso valorar lo mucho que han disfrutado de estos días- o se hacen entre los miembros de la familia regalos ridículos y originales, que se entregan la noche del 24 de diciembre.
Hace algunos días, los médicos autorizaron a la Reina a desplazarse hasta Sandringham donde, según varias fuentes, la monarca ya habría comenzado a supervisar los preparativos para la Navidad, algo que le gusta hacer de manera personal.
Estas serán unas fiestas diferentes para los Windsor, marcadas por la ausencia del duque de Edimburgo, que fallecía el pasado mes de abril, poco antes de cumplir los cien años. A pesar de que la Reina continúa muy comprometida con su papel, la realidad es que los últimos meses han sido muy complicados para ella y le han pasado factura a nivel anímico y de salud. No hay que olvidar además, que el propio príncipe Felipe se retiró de la vida institucional a los noventa y cinco años, algo que parece que ella no está dispuesta a hacer, máxime cuando el próximo verano celebra su Jubileo de Platino.