El privilegio de la infanta Sofía que la princesa Leonor no puede tener

La infanta Sofía está a poco más de una semana de decir adiós a su etapa en Gales. El próximo 24 de mayo está prevista la graduación de los estudiantes del segundo curso de Bachillerato Internacional, al que pertenece la hija menor de los Reyes. Una despedida a dos años fuera de casa que llega en un momento en el que todavía no se ha revelado de manera oficial qué va a hacer la hermana de la heredera el próximo curso, aunque sí que se ha confirmado que no va a realizar formación militar.

Las incógnitas en cuanto a los próximos pasos de la infanta se deben a que su posición en la Familia Real es diferente a la de Leonor. En el caso de la princesa se supo muy pronto que iba a realizar formación militar. De la misma manera se espera que la Casa de S.M. el Rey anuncie, llegado el momento, qué carrera universitaria va a cursar y dónde. La formación de Leonor es una cuestión de Estado, ya que ella está llamada a suceder a su padre. La situación de Sofía es diferente porque ni siquiera está obligada a ejercer de representante de la Casa Real en el futuro y dejará de ser miembro de la Familia Real cuando Leonor se convierta en jefa de Estado.

Este privilegio permite a Sofía gozar de una mayor privacidad con respecto a su hermana. Algo que, por cierto, los Reyes don Felipe y doña Letizia intentaron defender durante muchos años, sobre todo, cuando sus dos hijas eran pequeñas y la exposición pública era mínima. Sin embargo, con el paso del tiempo y a consecuencia del rol de Leonor, es muy difícil establecer una línea entre en interés general y la vida privada.

En el caso de Sofía, dado su papel secundario, es más sencillo marcar distancia. Es cierto que se anuncian oficialmente cuestiones relacionadas con su vida y sus planes de futuro, pero no al mismo nivel que en el caso de la heredera. Sofía participa en muchos actos institucionales, pero ha tardado mucho más que su hermana en debutar en solitario, por no decir que, a sus ya 18 años, la infanta ni siquiera ha pronunciado un discurso. Solamente la hemos escuchado hablar en contadas ocasiones, en momentos muy puntuales y siempre acompañada de sus padres o de Leonor.

A pesar de que los Reyes siempre se han esforzado en que, de puertas adentro, sus dos hijas reciban la misma educación y no haya diferencias entre ellas, el paso de los años ha hecho que la distancia entre las dos hermanas se acreciente. No a nivel privado -más allá de que cada una está en un punto de la geografía ahora-, sino sobre todo en el ámbito institucional.

Leonor juró la Constitución por su 18 cumpleaños y su agenda cada vez está más cargada de compromisos. La mayoría de edad de la infanta Sofía pasó casi desapercibida, sin grandes fiestas ni celebraciones, solamente con una condecoración por parte del Rey Felipe VIy con unas fotografías oficiales.

A pesar de estas diferencias inevitables, Leonor y Sofía están muy unidas. Para la princesa, su hermana es un gran apoyo y la recuerda en cada uno de sus discursos oficiales. Por eso se espera que en el futuro la infanta sea un pilar fundamental para la Familia Real y que pueda tener una agenda propia que ayude al desempeño de las funciones de la monarquía.