Se cumplen 62 años del peor recuerdo de Don Juan Carlos
Han pasado 62 años desde el peor Jueves Santo que el rey Don Juan Carlos haya vivido. El 28 de marzo de 1956, en plena Semana Santa, el Emérito fue testigo del trágico accidente que le costó la vida a su hermano Alfonso.
Tal y como recuerda la revista Vanity Fair, citando al escritor Torcuato Luca de Tena que por aquel entonces era dueño del diario ABC, aquel día el infante Alfonso había acudido junto al resto de su familia a la misa de Jueves Santo de la iglesia de San Antonio de Estoril. Fue a su vuelta a la residencia familiar donde, para hacer tiempo, Don Juan Carlos y su hermano se fueron a jugar con la pistola que, según Luca de Tena, les habían regalado hacía unos días. Parece que Alfonso, tan inocente e imprudente como mandan los 14 años que tenía, empezó a manipular el arma con más soltura de la que debía y cuando su hermano, Don Juan Carlos, fue a advertirle, ya era tarde.
La pistola se disparó y una bala casi tan pequeña como un perdigón terminó con su vida de manera repentina. El sonido del disparo alertó a los Condes de Barcelona que, aunque corrieron a socorrer a su hijo alertados también por los gritos de auxilio de un jovencísimo Juan Carlos, no pudieron hacer nada por la vida de su hijo, que había fallecido casi en el acto.
Han pasado más de seis décadas y la tragedia del Infante Alfonso sigue siendo uno de los temas por los que la Casa Real pasa de puntillas año tras año.