El triste motivo por el que los Grimaldi faltaron a las exequias del Papa Juan Pablo II
El Papa Juan Pablo II falleció a principios de abril de 2005
Pocos días después murió Rainiero de Mónaco
Abril de 2005 fue un mes difícil para los católicos de todo el mundo, pero también para el Principado de Mónaco. El Papa Juan Pablo II falleció el día 2 y, como marcan los protocolos habituales en estos casos, su funeral se celebró pocos días después, el 8. Numerosos rostros conocidos, miembros de casas reales y autoridades viajaron a Roma para dar el último adiós al Santo Padre, entre ellos, los Reyes Juan Carlos y Sofía, los reyes de los belgas, el príncipe Carlos de Inglaterra o los reyes de Suecia. Sin embargo, hubo una destacada ausencia: la de la familia Grimaldi.
Nadie de la familia del príncipe Alberto de Mónaco se trasladó a Roma para las exequias de Juan Pablo II. Algo que llama la atención, sobre todo si se tiene en cuenta que el Principado tiene la posibilidad de hacer uso del Privilegio del blanco que permite a las consortes del jefe del Estado vestir de este color en lugar de ir de negro. No obstante, había una razón de peso para esta ausencia.
Luto en Mónaco
Al margen de los estrechos vínculos de los Grimaldi con la Santa Sede, en el momento en el que se celebraron las exequias de Juan Pablo II el propio Principado estaba de luto.
El príncipe Rainiero, padre de Alberto de Mónaco, falleció el 6 de abril de 2005 a los 81 años en un centro hospitalario del Principado. Su fallecimiento tuvo lugar dos días antes de las exequias del Papa, motivo por el que nadie de la familia pudo hacer acto de presencia en Roma. El príncipe Alberto estaba a su lado cuando murió.
El hermano de la princesa Carolina tenía previsto asistir al funeral de Juan Pablo II, pero las circunstancias no lo hicieron posible. Según confirmaron fuentes oficiales, fue el entonces ministro de Estado, Patrick Leclercq, el que encabezó la delegación monegasca, en la que también estaba René Novella, que en aquel momento ejercía como secretario de Estado.
El funeral del príncipe Rainiero se celebró una semana después de su fallecimiento. Fue el día 15 de abril en la Catedral de Nuestra Señora Inmaculada de Mónaco. Las exequias concentraron en el Principado a numerosas personalidades destacadas del mundo de la realeza, pero también representantes de varios países. Por este motivo, en el pequeño país se incrementaron las medidas de seguridad. Se cerró el espacio aéreo y se realizaron una serie de acciones para garantizar la protección de las personas que viajaron a Mónaco.
Entre los asistentes al funeral del príncipe Rainiero se encontraban el Rey Juan Carlos, el príncipe Víctor Manuel de Saboya y su hijo, Sonia de Noruega o los duques de Braganza. No faltó tampoco el diseñador Karl Lagerfeld, íntimo amigo de la princesa Carolina.
Tanto en la catedral como en el exterior se pudo ver a las princesas Estefanía y Carolina vestidas de riguroso luto y rotas de dolor. El príncipe Rainiero fue enterrado junto a su esposa, Grace Kelly, pero el entierro se llevó a cabo en la intimidad, en una discreta ceremonia a la que solamente asistieron sus familiares más cercanos.