Del plantón de Hannover al beso en el balcón: 9 momentos para recordar de la boda de los Reyes
Los Reyes celebran su 21 aniversario de boda
No hay previstos actos oficiales para festejar esta jornada
Los Reyes celebran este 22 de mayo 21 años de matrimonio. Un aniversario que va a tener un perfil más bajo que el del pasado año, en el que la Casa de S.M. aprovechó para distribuir una serie de fotografías familiares tomadas en los jardines del Palacio Real. Esta vez no se espera que haya imágenes oficiales, tampoco actos de agenda. Tras la cancelación de la visita del sultán de Omán por un triste motivo, la muerte de su suegra, la agenda de Sus Majestades quedó despejada desde el miércoles y ahora tienen por delante un fin de semana muy especial para celebrar.
Unos días en los que no solamente van a poder recordar el día de su boda, sino que, además, también viajarán a Gales para asistir a la ceremonia de graduación de la infanta Sofía en el Atlantic College, que se celebrará el próximo sábado. La hija menor de don Felipe y doña Letizia cierra ya esta etapa fuera de casa, pero aún no se ha confirmado oficialmente lo que va a hacer el próximo año. Sí se sabe que no va a seguir los pasos de Leonor y, por tanto, no va a realizar formación militar.
Así fue la boda de los Reyes
Aunque este año no habrá ninguna celebración oficial, merece la pena recordar cómo fue la boda de don Felipe y doña Letizia. Uno de los enlaces más esperados de principios de los años 2000, al que asistieron representantes de numerosas casas reales, al tratarse de la boda de un príncipe heredero. Madrid se convirtió en el epicentro de la esfera royal, en un mes de mayo en el que también se habían casado los actuales reyes de Dinamarca. Desde este portal repasamos algunos momentos que marcaron la jornada.
La lluvia, protagonista inesperada
A pesar de que el enlace se celebró a finales del mes de mayo, el clima no dio tregua a doña Letizia. La lluvia se convirtió en inesperada protagonista de la jornada y dos décadas después podemos decir que se ha cumplido el dicho de Novia mojada, novia afortunada. El agua no fue impedimento para que cientos de personas se concentraran en los escenarios de las celebraciones para ver a los novios.
Las joyas de la futura princesa
No había muchas dudas sobre las joyas que llevaría doña Letizia en el día del enlace. La entonces periodista tomó prestada del joyero de doña Sofía la tiara prusiana, la misma que ella llevó en su enlace. Una pieza que llevó de manera recurrente a lo largo de los siguientes años. También llevó unos pendientes de diamantes que le habían regalado sus suegros y la sortija de pedida de la que prescindió años después por su vínculo con Iñaki Urdangarin.
Un maestro de la costura
Junto a Balenciaga, Pertegaz fue uno de los nombres más importantes de la moda española y el vestido de novia de doña Letizia fue su último gran trabajo. Un diseño clásico, armado y atemporal con bordados dorados que, a día de hoy, sigue siendo un referente. Este icónico traje, con su cuello chimenea, marcó el cierre de la carrera del legendario modista español.
La patada de Froilán
Sin duda, uno de los momentos más recordados de la ceremonia fue la patada que el hijo mayor de la infanta Elena propinó a su prima, Victoria López-Quesada, durante la ceremonia. Una anécdota que captaron las cámaras y que todavía se comenta de manera divertida.
El beso en el balcón
No hubo beso en el altar, pero sí gestos y miradas cómplices. No obstante, los recién casados sí que protagonizaron un discreto y casto beso desde el balcón del Palacio Real. Son muy escasas las veces en las que se ha visto a los Reyes besándose o en actitud especialmente cariñosa en público.
La mantilla de la Reina Sofía
En estos días en los que tanto se ha estado hablando de la ausencia de peineta en el estilismo de doña Letizia en la misa de inauguración de inicio de pontificado de León XIV, no hay que olvidar que doña Sofía escogió como tocado una impresionante mantilla negra con peineta para ejercer de madrina de su hijo. La madre del monarca fue una de las más elegantes de la jornada, con un precioso vestido en tonos verdes y joyas de esmeraldas que, por cierto, años más tarde llevaría la propia doña Letizia.
El baile del abuelo de doña Letizia
Además de invitados ilustres de todo el mundo y miembros de la realeza, al enlace no faltó la familia de doña Letizia. Uno de los que más acaparó la atención fue su abuelo materno, Francisco Rocasolano que, según trascendió más tarde, protagonizó un divertido momento durante la fiesta, cuando animó a varias royals y aristócratas a bailar. Su espontaneidad y alegría hicieron que muchos invitados disfrutaran del momento.
El platón de Ernesto de Hannover
La imagen de una elegantísima Carolina de Mónaco llegando sola a la Catedral de la Almudena fue uno de los momentos más comentados. Su marido, Ernesto de Hannover, estuvo en la cena de gala la noche anterior en el Palacio del Pardo pero, según las crónicas, decidió continuar con la fiesta en una conocida sala de fiestas de Madrid. Su estado no le permitió acudir a la ceremonia, aunque sí llegó al banquete.
La pelea entre los italianos
No fue exactamente en los actos oficiales de la boda, pero sí en una cena privada en el Palacio de la Zarzuela de la que más tarde trascendieron detalles. Allí, los entonces dos pretendientes al desaparecido trono italiano protagonizaron un sonado desencuentro, hasta el punto de que llegaron a las manos. Víctor Manuel de Saboya le dio un puñetazo a su primo, Amadeo de Aosta, ante un atónito Rey Juan Carlos que, muy enfadado, sentenció que nunca más. Hoy en día la relación entre sus descendientes es más cordial, de hecho, se ha podido ver a Filiberto de Saboya y a Aimón de Aosta juntos en Roma, en la inauguración oficial del pontificado de León XIV.