El temor justificado de la Reina Isabel que no comparte Kate Middleton
La Reina Isabel no estaba conforme con la afición de algunos de los miembros de su familia por volar
Le daba mucho miedo que pudiera ocurrir algún tipo de accidente
El príncipe Jorge de Gales ha empezado a dar clases de aviación. El hijo mayor de Kate Middleton y el príncipe Guillermo tiene solamente 11 años, pero ha encontrado en los aviones una de sus grandes pasiones. Algo que no resulta extraño si se tiene en cuenta que su padre fue durante un tiempo piloto de ambulancias aéreas en Anglesey. Él mismo ha contado en alguna pasión que a su hijo mayor le encantaban los helicópteros, aunque, hasta ahora, no se tenía constancia de que Jorge fuera a seguir los pasos del heredero, al menos, en parte.
Según ha trascendido, en los últimos días se ha visto al nieto mayor del rey Carlos III en un conocido aeródromo cercano a los terrenos de Windsor dando clases con un instructor, ante la atenta mirada de sus padres. Por ahora, ni el Palacio de Kensington ni tampoco Buckingham se han pronunciado sobre este tema pero, curiosamente, se trata del mismo aeródromo en el que el príncipe Felipe de Edimburgo aprendió a pilotar a mediados del siglo XX.
A pesar de que en este caso el príncipe Jorge está aprendiendo a ponerse a los mandos de un avión, lo cierto es que la Reina Isabel tenía muchos reparos a que los miembros de su familia pilotasen, en concreto, helicópteros. Un miedo que no era irracional, sino que se debía a una serie de accidentes o sucesos en los que se habían visto implicadas personas cercanas en las últimas décadas.
La madre del rey Carlos III tenía un temor especial a que alguien de su familia pilotase un helicóptero y, por eso, cuando el príncipe Guillermo decidió hacerse piloto de ambulancias aéreas, no dudó en mostrar su disconformidad. Aun así, esto no detuvo al actual heredero en su empeño.
Los Windsor y la aviación
A lo largo de los años, se han producido algunos incidentes aéreos notables que involucraron a miembros de la Familia Real Británica y por los que la Reina Isabel desarrolló su miedo a que su familia pilotase aviones o helicópteros.
Por ejemplo, en 1972, el príncipe Guillermo de Gloucester, primo de la Reina Isabel, falleció en un accidente aéreo. Guillermo, que era un apasionado de la aviación y poseía licencia de piloto, participaba en una competencia aérea internacional en Wolverhampton cuando su avión perdió altitud, se estrelló contra un árbol y estalló en llamas. El accidente afectó mucho a la Familia Real Británica. De hecho, la Reina Isabel tenía terror de que su nieto pilotase helicópteros especialmente en viajes familiares. Llegó a trascender que, cuando esto ocurría, Isabel II no pegaba ojo.
En 1981 fue el duque de Edimburgo el que estuvo a punto de provocar una colisión aérea mientras pilotaba un avión Andover. El suceso tuvo lugar cerca del aeropuerto de Heathrow y casi choca con un jumbo de la compañía British Airways. Casi una década después, en 1994, el entonces príncipe Carlos estuvo implicado en un incidente al intentar aterrizar un avión de la Fuerza Aérea Real en el aeropuerto de Port Ellen, en Escocia. Como tenía experiencia como piloto militar, pidió tomar los controles del aparato, pero las condiciones climáticas eran complicadas y el avión se salí de la pista en el aterrizaje. Por fortuna, no hubo heridos, pero sí que se generó una gran polémica. Más adelante, en 2018, fue el helicóptero de la reina Camila el que estuvo a punto de chocar en un viaje de regreso a la finca de Sandringham.
Con este historial, no es de extrañar que la Reina Isabel prefiriera que los miembros de su familia no se pusieran a los mandos de ningún avión o helicóptero Un temor que no parece compartir la princesa de Gales y, muchos menos, el príncipe Guillermo.