Así está Windsor horas antes de la boda de Meghan Markle y el príncipe Harry
El duro papel de Doria Ragland: un sueño truncado y una marioneta en manos de Windsor
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Reino Unido tiene este sábado una cita real histórica de la que millones de espectadores permanecerán pendientes, dando igual el punto del mapa en el que estén situados. Prueba de ello, la ‘fiebre’ que se ha apoderado de las inmediaciones del castillo de Windsor así como las banderas británicas que los más de 100.000 curiosos alzan hoy más orgullosos que nunca. A tan sólo dos horas de que se celebre el enlace de Meghan Markle y el príncipe Harry se respira en los alrededores cómo los ciudadanos ya han encendido la mecha de la atmósfera real y la ilusión que todos ellos profesan con cada uno de sus aplausos.
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Todos ellos permanecen a cada lado del camino que los novios descenderán sobre el carruaje cuando ya hayan contraído matrimonio. Agolpados y separados por unas vallas de seguridad, están rodeados y vigilados por la protección que velará por la seguridad de la Familia Real, los novios y todo el público que quiere ser testigo de un día tan especial. Un blindaje policial que ha iniciado sus servicios a primera hora con registros y que en esta ocasión ha querido ayudarse de barricadas que impedirán posibles atentados.