Joyas históricas y guiño a Grecia: Máxima de Holanda deslumbra en su llegada a Atenas
El gran contraste entre Máxima de Holanda y la Reina Letizia
Despeinada, sin maquillaje y con calcetines de avión: Máxima de Holanda, más natural que nunca
Esto es lo que necesitas para convertirte en Máxima de Holanda
Máxima de Holanda: un estreno brillante y un ‘fiasco’ de estilo
Como no podía ser de otra manera, Máxima de Holanda no ha dejado indiferente a nadie a su llegada a la capital de Grecia, Atenas, donde ha dado pistoletazo de salida a un viaje de Estado que se prolongará hasta tres días. Y es que, dejando entrever que está atenta a todos los detalles en lo que a moda se refiere, la consorte holandesa ha querido hacer gala de su exquisito gusto estilístico con un guiño al país que está acogiendo, tanto a ella como a su marido, de la mejor de las maneras.
De esta manera, la argentina se ha enfundado en un elegantísimo vestido bicolor firmado por la marca griega Zeus + Dione, concretamente perteneciente a la colección Resort 2022 de ésta. El diseño blanco y marrón en cuestión contaba con un corte midi, manga larga abullonada, escote a pico y fajín para marcar aún mejor la figura. Una impecable elección que ha combinado con unos estratosféricos tacones de vinilo junto con otros complementos que han hecho de su look final algo que quedará marcado en el recuerdo de todos los griegos y también de la historia de la Familia Real holandesa. Y es que, Máxima se ha decantado por guantes, cartera de mano y un precioso tocado con flor y rejilla, todos ellos en color blanco. Sin duda alguna, una tonalidad que combinaba a la perfección con su manicura en marrón chocolate y efecto brillante, ideal para la época del año en la que nos encontramos sean cual sean las prendas que escoja para completar su outfit.
Dada la importancia de su aterrizaje en Grecia, Máxima quiso dejar huella haciendo uso de algunas joyas de lo más llamativas, las cuales se convirtieron en las grandes protagonistas de su look. Las primeras de ellas son nada más y nada menos que los ya considerados como sus pendientes favoritos, los cuales no pueden faltar en su joyero de viaje ni en el habitual. Se trata de un diseño perlado y colgante del que la consorte holandesa dispone en diferentes colores y que ha combinado con un broche de perlas y diamantes que perteneció a la reina Guillermina, formando parte del conjunto de la Tiara de Württemberg, llamada así porque se supone que perteneció en su día a la reina Sofía, primera esposa del rey Guillermo III de los Países Bajos, la cual nació como princesa de Württemberg y recibió este broche como perfecto regalo de bodas de su padre allá por 1839. Además, su forma hace que se convierta en una pieza de lo más variopinta al ser transformable y adaptarse perfectamente a cada ocasión, razón por la que en esta última, la Reina lo puso hacia abajo para que la perla quedara colgando al igual que en sus pendientes. Y para finalizar su aparición estelar, la esposa del Rey Guillermo elegía un anillo de perla central, varias pulseras de diamantes brillantes y su reloj de confianza para visitar enclaves como el Monumento al Soldado Desconocido en la Plaza Syntagma, la Acrópolis, el Erecteión y el Partenón.