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Meghan Markle y el príncipe Harry no bautizarán a su hija pequeña en Windsor. Después de varias semanas de rumores, finalmente parece que la pareja va a volver a hacer las cosas a su manera. En un principio se pensaba que el matrimonio tenía pensado viajar a Londres con la pequeña para poder llevar a cabo una ceremonia similar a la de su primer hijo, Archie Harrison. Una celebración discreta, pero siguiendo algunas de las tradiciones de la familia real. Esto significaba que Lilibet sería bautizada en la Capilla de San Jorge ante un reducido grupo de personas y con el mismo faldón que hasta ahora han lucido todos los miembros de la familia real y que es una réplica del faldón de la época victoriana. Se había rumoreado incluso que la reina Isabel estaría presente en esta ocasión, dado que no participó en el bautizo de Archie y ya que la pequeña lleva por nombre su apodo de la infancia.
Finalmente parece que no va a ser así. Las últimas polémicas relacionadas con la pareja podrían haber provocado que tomen la decisión de permanecer en Los Ángeles y llevar a cabo allí la ceremonia. La noticia de la próxima biografía de Harry ha generado bastante inquietud entre los Windsor, sobre todo después de que haya trascendido que el Duque tiene la intención de publicar varios libros, algunos de los cuales no podrían ver la luz hasta después de la muerte de la reina Isabel por su contenido. Una noticia que tiene en vilo a los miembros de ‘La Firma’. Algunas fuentes cercanas a la familia aseguran que el disgusto de la monarca en mayúsculo y que incluso se ha llegado a plantear la posibilidad de no invitar a su nieto a las celebraciones por su Jubileo el próximo año. Por ahora no hay confirmación oficial al respecto.
Lo que sí que ha trascendido es que Harry y Meghan pretenden mantener el halo de privacidad que rodeó al bautizo de Archie en el caso de la celebración de Lilibet, aunque en un escenario distinto. A día de hoy, todo apunta a que la pequeña será bautizada en Los Ángeles y será pronto, ya que no suele demorarse más allá de tres meses después del nacimiento, fecha que está a punto de cumplirse. De esta manera, se espera que la pareja pueda celebrarlo el próximo mes de septiembre.
Hace algunas semanas, Oprah Winfrey reconoció en una entrevista que ella no iba a ser la madrina de Lilibet Diana, ya que de facto ejercía como tal, pero no reveló en quién estaría pensando la pareja para este cargo. Tampoco se sabe, de hecho, quienes son los padrinos de Archie aunque se piensa que alguna de las hermanas de Lady Di ostentan este papel.
El secretismo en torno a la niña ha llegado a tal punto que, a día de hoy, ni siquiera se ha hecho pública una imagen de la pequeña Lilibet Diana. Así las cosas, es más que probable que la pareja comunique los detalles del bautizo a través de la web de Archewell una vez que haya tenido lugar