Letizia, una bailarina entre tapices

Intensa semana para don Felipe y doña Letizia. Después de que ayer Sus Majestades presidieran en el palacio de El Pardo la entrega de las acreditaciones de los nuevos embajadores de la ‘Marca España’, hoy los Reyes han visitado la Real Fábrica de Tapices, con motivo del 300 aniversario de la institución, fundada en 1721 por el primer monarca de la dinastía Borbón en nuestro país, Felipe VI.

Después de que ayer doña Letizia sorprendiera rescatando el diseño de Juan Duyos a partir de un mantón de Manila de Ángeles Espinar. Que no ha estado exento de polémica, hoy la Reina ha apostado por uno de sus looks más sobrios. La Reina se ha decantado por una combinación de estilo working en clave lady y ha recuperado una de sus faldas preferidas de Massimo Duttti, en estampado Príncipe de Gales, largo midi, corte ligeramente evasé y bajo asimétrico. Doña Letizia la estrenó en el año 2019 durante la inauguración de Fitur y si bien entonces la combinó con una blusa blanca con sobrecapa, las demás ocasiones en las que la ha lucido la ha conjuntado con prendas en color negro. En este caso, una camisa de escote pico y manga larga de Sandro París, al igual que han sido negros los complementos, una cartera de mano de Nina Ricci y salones de Manolo Blahnik. Como joyas, ha apostado por su inseparable sortija dorada de Karen Hallam y unos pendientes de la firma Gold&Roses, el modelo doble daga, uno de sus predilectos.

Uno de los detalles más llamativos del look ha sido el peinado, ya que se ha decantado por un moño alto de estilo bailarina que dejaba completamente despejado su rostro y que le sentaba muy bien.

Este ha sido el último acto conjunto de don Felipe y doña Letizia en una semana especialmente importante para la Institución. Ayer se cumplía el primer aniversario de la renuncia del rey Felipe a la herencia de don Juan Carlos, en un momento en el que apenas se podía intuir que el exmonarca terminaría abandonando España unos meses después. También esta semana la reina doña Sofía vuelve a participar de la agenda de la Casa de S.M. el Rey, en un claro gesto de reforzar su figura.

Una institución muy vinculada a la Corona

En sus orígenes, la Real Fábrica de Tapices tenía por objetivo atender las necesidades de fabricación y restauración de tapices de la Corona, pero con el tiempo fue ampliando su actividad a la elaboración de alfombras, reposteros nobiliarios, institucionales, y ya en el sigo XX a la restauración, conservación y limpieza de alfombras.

En el año 1996, ante la complicada situación que atravesaba la institución, se decidió por parte de las Administraciones Públicas hacerse cargo de ella, estableciéndose como Fundación, cuyo Patronato lo forman: Patrimonio Nacional, Patrimonio del Estado, Ministerio de Cultura, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid y una serie de patronos a título individual. Una década después, en 2006, sus instalaciones situadas en Atocha fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 2006.

En la actualidad, la Real Fábrica de Tapices se dedica a sus actividades tradicionales, como la fabricación de tapices, elaboracióny restauración de alfombras, fabricación de reposteros para universidades, fundaciones, colegios profesionales… y, desde hace dos años cuenta también con una unidad de restauración textil, integrada con por titulados universitarios con master y/o doctorado en restauración textil que aborda trabajos de cualquier naturaleza desde mantones de Manila, uniformes, banderas, guiones procesionales, ornamentos litúrgicos, reposteros, tapices etc. En el año 2019, su profesionalidad fue reconocida por la Fundación Rey Balduino de Bélgica como mejor empresa de conservación de Patrimonio.