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Acaba de comenzar la semana y la Reina Letizia ya ha dado el pistoletazo de salida a su agenda real. La consorte se ha desplazado durante esta fría mañana de martes hasta la Asociación Contra el Cáncer, situada en Madrid para mantener una reunión y conocer de cerca los objetivos de cara los próximos meses.
Pese a las gélidas temperaturas que se están manteniendo en la capital durante los últimos días, doña Letizia ha optado por prescindir del abrigo para esta reaparición en la que han llamado especial atención dos detalles de su estilo en clave working. La esposa del Rey Felipe VI ha lucido un conjunto, que es tendencia esta temporada, compuesto por un jersey blanco de cuello cisne de Hugo Boss, que ha combinado con un chaleco largo con solapa en tejido de paño con botones en un lateral que ha llevado desabrochado, dando así un toque más fresco al conjunto y menos formal a la pieza creada por Roberto Verino.
Ha incorporado a su estilismo de trabajo unos pantalones grises de traje de Hugo Boss, pero lo que más ha llamado la atención son los zapatos con los que ha rematado este conjunto.
Se trata de un calzado que pertenece a la desaparecida firma de Uterqüe, marca que cerró todas sus tiendas hace ya más de un año, por lo que estos zapatos negros, que tienen la particularidad del diseño de la parte superior, más cerrada que otros modelos y que cuentan con un tacón ancho, dan portazo, por ahora, a los stilettos que siempre suele lucir doña Letizia. Hay ocasiones en las que la consorte apuesta por la comodidad, y esta ha sido una de ellas. De hecho, cada vez es más común ver cómo opta por calzado con menos tacón.
El 2023 ha comenzado para la Reina en forma de transformación estilística. Letizia suele utilizar las mismas fórmulas, aunque también es común que sorprenda de vez en cuando con una prenda (como las cut out o botas OTK) o nuevas joyas en su joyero. El pasado 6 de enero sorprendió a propios y a extraños en la tradicional Pascua Militar con un nuevo anillo dorado con una inscripción: «Amor che tutto move» (que se traduce como «El amor todo lo mueve»), una cita inspirada en la última frase de La divina Comedia, del poeta y escritor italiano Dante Alighieri.
Este anillo, que se ha convertido en uno de sus preferidos pertenece a la firma Coreterno y da portazo al mítico de Karen Hallam, dorado y de estilo minimalista, que lució durante tanto tiempo y que, aunque en un principio se dijo que se lo regalaron sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, finalmente, ella misma confesó que fue el Rey Felipe quien estuvo detrás de este obsequio tan especial.
Ni uno ni otro. En esta última aparición doña Letizia no solo ha dejado el abrigo en palacio, sino que también estas dos alhajas tan importantes para ella.