Las joyas que la infanta Elena eligió en su boda con Jaime de Marichalar
Se cumplen 30 años de la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar
Fue uno de los acontecimientos más importantes de los años 90
Se cumplen 30 años de una de las bodas más esperadas de la realeza. El 18 de marzo de 1995 la ciudad de Sevilla se vistió de fiesta para el enlace de la infanta Elena con Jaime de Marichalar. La boda fue uno de los acontecimientos más importantes de la década de los 90, la primera boda real en España desde la época de Alfonso XIII. Fueron muchas las personas destacadas que se trasladaron hasta la capital andaluza para ser testigos del sí, quiero entre la hija mayor de los Reyes Juan Carlos y Sofía y el aristócrata. Entre ellos, Carlos de Inglaterra, Rainiero de Mónaco, Beatriz de Holanda, Noor de Jordania o Paola de Bélgica.
Sevilla se convirtió en una suerte de pasarela de estilo en la que cada una de las invitadas apostó por su versión más elegante, sin embargo, como era de esperar, todas las miradas se dirigieron hacia la infanta Elena. La hermana de Felipe VI estaba radiante con un diseño clásico de Petro Valverde -el mismo modista que la vistió en su pedida y que ya había sido el encargado de otros modelos que había llevado doña Elena- y el velo de la Reina Sofía. Ahora, tres décadas después repasamos las joyas que la duquesa de Lugo eligió para su boda.
Las joyas de la infanta Elena
A pesar de que tenía a su disposición las piezas del joyero de la Casa Real y de su madre, la infanta Elena no llevó en su boda con Jaime de Marichalar ninguna de las diademas de la colección de los Borbones. En su lugar apostó por la tiara de los Marichalar.
Una preciosa diadema de diamantes y platino de inspiración helena que fue elaborada por Ansorena. La pieza fue un regalo del novio y la infanta la conservó hasta después del anuncio del cese temporal de la convivencia de la pareja.
La tiara cuenta con una parte inferior con horas de laurel y meandros. Además, tenía un diamante central con forma de gota que se utilizó como anillo de pedida, tal como confirmó el propio Jaime de Marichalar.
En los últimos años se ha visto a otras mujeres de la familia Marichalar llevando la tiara en sus enlaces. Esto hace pensar que la duquesa de Lugo la devolvió a su familia política.
Además de la tiara de los Marichalar, doña Elena llevó otras piezas que sí formaban parte del joyero de los Borbones. Las perlas fueron las grandes protagonistas en el look nupcial de la duquesa de Lugo, que rescató una pulsera de siete margaritas de perlas y diamantes que había pertenecido a La Chata. Según explicó la condesa de Barcelona en sus memorias, esta pulsera era parte del lote que le dio su tío el rey cuando se casó. Una pieza que utilizó mucho porque es sencilla de llevar y que cedió a la Reina Sofía. Ella fue la que le pidió la pulsera para que la llevara doña Elena en su boda.
En cuanto a los pendientes, la hermana de Felipe VI escogió unos pendientes de perlas y diamantes que había lucido su madre en la proclamación de Juan Carlos I Unos pendientes, por cierto, que también ha lucido la Reina Letizia en alguna ocasión.