La joya favorita de la Reina Letizia que la infanta Cristina nunca debió usar
La infanta Cristina lució en su boda los pendientes de chatones
También ha llevado la tiara Cartier
Entre las joyas de los Borbones hay unas piezas que tienen una mayor relevancia que otras. Estamos hablando de lo que se conoce como joyas de pasar, un lote que especificó la reina Victoria Eugenia en un codicilio testamentario en el que determinó que el uso de estas piezas quedaría limitado a las reinas de España o a las consortes del monarca.
Se trata de varias alhajas de especial simbolismo entre las que destaca la tiara de las flores de lis, las pulseras gemelas, dos broches con perlas o los pendientes de chatones. «Las alhajas que recibí en usufructo del rey don Alfonso XIII y de la misma Infanta Isabel, desearía, si es posible, se adjudicasen a mi hijo don Juan, rogando a éste que las transmita a mi nieto don Juan Carlos. El resto de mis alhajas, que se repartan entre mis dos hijas», reza el testamento de la reina.
Unas joyas a las que se fueron añadiendo otras como la llamada tiara Cartier -adquirida por Juan Carlos I a su tía, la infanta María Cristina de Borbón y Battenberg o la tiara rusa, que perteneció a la reina María Cristina y que nunca llevó Victoria Eugenia.
En teoría, todas estas piezas solamente pueden ser utilizadas por las reinas de España o consortes del legítimo pretendiente al trono. Por ejemplo, Victoria Eugenia las lució como reina, al igual que doña Sofía o ahora la Reina Letizia. La que nunca fue reina pero sí esposa del legítimo heredero fue la condesa de Barcelona, que las llevó en muchas ocasiones a lo largo de los años.
Los pendientes preferidos de Letizia
Entre todas las joyas los pendientes de chatones se han convertido, junto con las pulseras gemelas, en una de las piezas preferidas de la Reina Letizia. Desde que Felipe VI se convirtiera en jefe del Estado, doña Letizia ha llevado los pendientes en numerosas ocasiones. En actos de gala o en citas algo menos formales. Estos pendientes destacan por su versatilidad y porque son más cómodos y menos llamativos que otras piezas. En el futuro, será la princesa Leonor la que los lleve.
Sin embargo, a pesar de que los pendientes forman parte del lote de pasar, no han sido lucidos únicamente por reinas. La infanta Cristina, que ahora cumple 60 años y que ya no forma parte de la Familia Real , también los ha llevado.
El día de su boda con Iñaki Urdangarin, Cristina pidió prestados a su madre los pendientes de brillantes que pertenecen al lote de pasar y los combinó con la tiara floral, una de las que más ha llevado la Reina Letizia a lo largo de los años. Fue la única vez que la vimos con estos pendientes, aunque no ha sido la única joya de este lote que ha llevado.
La diadema de Cartier
En la boda de la princesa Victoria de Suecia en junio de 2010, doña Cristina escogió la tiara de Cartier, que se añadió al lote de pasar después de que el Rey Juan Carlos se la comprara a su tía. Las joyas elegidas por la infanta Cristina en esta cita fueron mucho más llamativas que las de doña Letizia -entonces todavía princesa de Asturias-. La esposa de Felipe VI eligió la diadema floral y los pendientes que sus suegros le regalaron por su boda.
El anillo de la polémica
Los pendientes de chatones y la tiara Cartier no son las únicas joyas que establecen un vínculo entre la Reina y la infanta Cristina. El anillo de pedida que Felipe VI regaló a doña Letizia fue una pieza adquirida por Iñaki Urdangarin. Una joya que la Reina dejó de utilizar en cuanto saltó a la prensa el escándalo del caso Nóos.