Jaime Peñafiel: "Como esposa, doña Sofía ha sido muy desgraciada"
Jaime Peñafiel describe la faceta oculta de la reina Sofía en su nuevo libro: "Los 80 años de Sofía'
Jaime Peñafiel es el último gran cronista real. Periodista con más de 50 años de carrera a sus espaldas, ha vivido todos los momentos relevantes de la Familia Real española desde entonces. Algunos, incluso, en primera persona. Su relación de cercanía con la Casa del Rey le ha permitido ser testigo excepcional de momentos que ya forman parte de la historia de España. Con motivo del ochenta cumpleaños de la reina Sofía, acaba de publicar un nuevo libro: “Los 80 años de Sofía: esposa, madre y abuela”. Crítico siempre, cortesano nunca, se ha convertido en el principal azote de la monarquía. Especialmente duro con Letizia, en su nuevo libro tampoco es benevolente con doña Sofía. Hasta se atreve a enviarle un consejo a través de este digital:
Pregunta: 80 años dan para mucho.
Respuesta: 80 años dan para mucho. Para muchas alegrías y muchos sufrimientos. En el caso de doña Sofía, hay más sufrimiento que alegría. Fíjate que lleva más de la mitad de su vida casada con don Juan Carlos. Y claro, cuando me preguntan, ¿qué va a celebrar o qué va a recordar doña Sofía el dos de noviembre? Pues mejor no recordar ni celebrar nada. No hay nada que celebrar.
P: ¿Nada? Es una fecha redonda que todos sus homólogos europeos celebran ostentosamente y circunstancia.
R: Nada. Doña Sofía como reina ha sido una magnífica. Ha sido una profesional, como así lo señaló su marido el rey. No es que sea un elogio muy amoroso, pero el rey sabía bien lo que decía. Es bisnieta de emperadores, nieta de reyes, hija de reyes, esposa de rey y madre de rey. Lleva la realeza en la sangre. Ha sido reina de la mañana a la noche, de la noche a la mañana. Las 24 horas. En eso ha sido ejemplar. Por lo demás, como mujer el balance es muy negativo. Es que dentro de la mujer va la esposa y todos sabemos que ha sido una esposa muy desgraciada. Está casada con un Borbón genéticamente puro y eso ya se sabe cómo es.
Después, como madre, a la vista está. No ha sabido reconducir la educación de sus hijos: cada cual se ha casado con quien quiso pero no con quien debió. El ejemplo más claro lo tenemos en la infanta Cristina. Hay que recordar que la reina decía de Iñaki que era “un chico bueno, bueno, buenísimo”. Y se equivocó. Con Jaime de Marichalar también se equivocó. Y con Letizia, para que cuento. Lo que pasa es que con Letizia, la reina estaba obligada a apoyar a su hijo. El rey se negaba a aceptar ese matrimonio, pero la reina, que había tenido el apoyo de su hijo en todas las crisis matrimoniales, se sentía en la obligación de apoyar a su hijo. Pero con el tiempo se ha dado cuenta de que se había equivocado también. Ha fracasado como esposa, como madre y como mujer.
P: Centrándonos en su faceta como esposa. ¿Se casaron enamorados los reyes?
R: Bueno, mira: hablamos de una época donde había una endogamia en las Casas Reales. Se casaban entre reyes y entre príncipes. Ahora, ¿se casaron don Juan Carlos y doña Sofía enamorados? Ella por supuesto. Él, como buen Borbón, pienso que no. Pronto empezaron las infidelidades, con lo cual, ha convertido a Sofía en una sufridora esposa que ha arrastrado durante años su desamor. Pero a diferencia de Letizia, lo ha llevado con muchísima dignidad. No ha exteriorizado nunca el sufrimiento. Se ha guardado para ella las lágrimas, los sufrimientos y los malos humores.
P: Dice en su libro que un divorcio entre los reyes Juan Carlos y Sofía llegó a estar sobre la mesa.
R: Debían de haberse divorciado. En la época en la que el General Sabino era Jefe de la Casa del Rey, sí que hubo un momento en el que lo podrían haber hecho y no habría pasado nada. España es un país muy abierto donde lo aceptamos todo. Habría sido bueno un divorcio, para los dos. Hay que aceptar que ese matrimonio está roto desde hace por lo menos 30 años. No había necesidad de mantener esa especie de paripé en un matrimonio que hace tantos años ya no existe como tal.
P: ¿Sigue enamorada la reina Sofía?
R: Es increíble, pero sí. Esto es un tema que lo deberían estudiar los psiquiatras: ¿cómo se puede seguir al lado de un hombre que te está engañando? Pero parafraseando a Oscar Wilde, que yo respeto mucho el copyright, a diferencia del presidente del Gobierno y demás ministras, la felicidad de un hombre o de una mujer no pueden depender nunca del hombre y de la mujer con la que se casaron. Esta frase debería aplicarse aquí, a don Juan Carlos y doña Sofía. Pero no ha sido así y ese es el mayor drama de la reina.
“Habría sido más feliz casándose con Harald de Noruega”
P: ¿Ha tenido más amores la reina, sin ser el rey Juan Carlos?
P: La reina ha dicho en más de una ocasión: “el rey es mi único amor”. Bueno, entiendo lo que quiere decir pero en honor a la verdad, su primer amor fue Harald de Noruega, pero por los motivos que fuera, no pudo ser. Y el de don Juan Carlos fue Maria Gabriela de Saboya, que tampoco pudo ser. Entonces si me preguntan: ¿hubiera sido más feliz casándose con Harald? Por supuesto. ¿Que don Juan Carlos hubiera sido más feliz casándose con María Gabriela? Pues también.
P: Dice que las infidelidades empezaron muy pronto. ¿El tema de Corinna le ha pillado en otro momento o le sigue afectando?
R: Piensa que las infidelidades han sido un plato frecuente en esa relación. Estaba la dama Gayá, como yo la llamo, de Palma de Mallorca, estaba Bárbara Rey, Corinna y demás… Don Juan Carlos es un Borbón genéticamente puro como su abuelo Alfonso XIII. A diferencia de este, no ha tenido hijos fuera del matrimonio, aunque un catalán y una belga así lo reclamen. Doña Sofía se acostumbró a convivir con este drama. Pero yo a través de LOOK le voy a mandar un consejo: al igual que Isabel II de Inglaterra, al rey hay que exigirle lealtad, pero no fidelidad. Yo esta frase se la ofrezco a Doña Sofía.
“Doña Sofía ha intentado ayudar a Letizia en todo. El tema del aborto, publicado en el libro “Adiós Princesa”, les ha separado”
P: Usted dice que como madre también ha fracasado. ¿Por qué?
R: Como madre también ha fracasado, sin duda alguna. En cierta altura le preguntaron: si sus hijos quieren casarse con quién no les conviene, ¿qué haría? La reina contestó: “intentar convencerles de la locura que van a cometer”. ¿Y si no lo consigue? “Pues en ese caso, haré todo lo que esté en mi mano para que ese matrimonio funcione”. Doña Sofía ha intentado ayudar a Cristina. Incluso enfrentándose al rey, haciéndose en Washington la famosa foto con Iñaki cuando este había sido apartado de la Familia Real. Intentó también ayudar para que Elena no se divorciara. Y, como dije muchas veces, ha intentado ayudar a Felipe. Como madre ha fracasado en este aspecto.
P: Como suegra: ¿es mejor con Iñaki que con Letizia?
R: De Iñaki ha tenido siempre un gran concepto. Le apoyaba. Ahora porque no nos acordamos, pero hace unos cuantos años, no era raro ver a Urdangarin acompañando a doña Sofía en los Premios Príncipe de Asturias, cuando tal no le competía por protocolo. La relación era muy estrecha. Pero no nos engañemos: su mayor debilidad fue con Letizia. La reina le intentó ayudar en todo momento. Pero claro, ahora… Ahí está la cuestión. Yo no me invento nada, está todo publicado. Cuando el primo, David Rocasolano, publica su libro “Adiós, princesa”, doña Sofía se entera de que Letizia había abortado y que, además, lo había ocultado con la ayuda del príncipe. Eso supuso una gran decepción para la reina. Doña Sofía es una mujer muy religiosa y una defensora de la vida a ultranza. Eso las ha separado.
P: Según usted ha fracasado como esposa y como madre. ¿Y como abuela?
R: Bueno, hasta ahora creíamos todos que era una abuela presente, que disfrutaba de la compañía de sus nietos. Pero hay un antes y un después a la misa de Palma. A partir de ese día, no sé si es que Leonor y Sofía están educadas por su abuela materna, pues no se vio una especial adoración por la abuela Sofía. Las ofensas cuando son públicas no hay declaración que valga. Ese espectáculo, el de Palma de Mallorca, ha sido él más terrible que ha existido en la monarquía española, públicamente hablando. Solamente faltó agresiones físicas. Pero hubo agresiones verbales, hubo desprecio, incluso por parte de la nieta, que está influenciada por su madre. Pero ya lo había declarado en alguna ocasión la reina: “no me dejan ver a mis nietas”. Como abuela, pues también es una sufridora abuela. Es una sufridora esposa, una sufridora madre y una sufridora abuela.
P: ¿Y cuáles son las grandes virtudes de la reina Sofía?
R: Le pasa como a don Felipe: es una buena persona. Es muy buena persona. Es una mujer leal y fiel a don Juan Carlos. Ha llegado a decir, muchas veces, y en plenos problemas de infidelidades: “el rey es mi único amor”. Una mujer muy consciente de su papel como reina consorte. Con un gran sentido del deber. También ha dicho en alguna ocasión: “mi vida es la vida del rey”. Su mayor pena es que la vida del rey no ha sido la vida de la reina.