La infanta Sofía, la verdadera ‘obsesión’ de la reina Letizia
La hija menor de los reyes Don Felipe y doña Letizia celebra su decimotercer cumpleaños en medio de la crisis de la Covid-19 y tras su especial debut virtual
En el Palacio de la Zarzuela hoy es un día especial pero, a diferencia de otros años, en esta ocasión no podrá haber una gran fiesta. La hija menor de los reyes don Felipe y doña Letizia cumple 13 años, sin embargo, la crisis sanitaria generada por el coronavirus marcará para siempre este aniversario. La infanta Sofía no tendrá una fiesta ‘al uso’, ni siquiera podrá compartir este día ni con sus compañeros de clase ni con el resto de su familia. Sofía solo tendrá el apoyo de sus padres y de su hermana Leonor, el resto podrán felicitarla de manera virtual, que parece que en los últimos tiempos se ha convertido en la forma de comunicación estándar debido al confinamiento.
Al margen de la complicada situación que provoca que este cumpleaños sea particularmente diferente para la Infanta, también hay otras cuestiones que hacen que Sofía guarde un especial recuerdo de este año. El pasado día 23, con motivo del Día del Libro, la Infanta se convirtió en la gran protagonista con motivo de su primera lectura en público y del mensaje que lanzó a los niños y jóvenes en tiempos de coronavirus. Aunque es cierto que se trataba de una lectura grabada y que Sofía estuvo en todo momento acompañada de su hermana, resultó inevitable que todas las miradas se posaran en ella. Y es que era la primera vez que escuchábamos su voz de manera tan clara.
En los últimos dos años se ha producido un cambio sustancial entre las dos hijas de los Reyes. Una distinción que viene motivada por el hecho de que Leonor está llamada a convertirse en reina de España, mientras que Sofía no ocupa este lugar en la línea de sucesión. Aunque cuando eran más pequeñas los Reyes se esforzaban en que no existieran diferencias entre ellas -algo que prevalece de puertas hacia dentro de Palacio-, lo cierto es que las distinciones son inevitables. Desde que don Felipe asumiera la jefatura del Estado, el interés por el papel de Leonor comenzó a acrecentarse, algo que se hizo aún más patente cuando en 2017, la Princesa protagonizó su primera imagen oficial en solitario. Un año después, su papel institucional quedaría claramente diferenciado del de la infanta Sofía y, con ello, se revelaría una de las obsesiones de la reina Letizia: su afán porque su hija menor no se sintiera en un segundo plano.
Desde que a la Princesa le hicieran entrega del Toisón de Oro en enero de 2018 han sido constantes los gestos de doña Letizia a Sofía. A partir de ese momento, en todos los actos públicos, Leonor, como heredera, se coloca a la derecha de don Felipe y es la Reina la que está pendiente de la infanta Sofía, para que no sienta que está en un segundo plano. Lo demostró en Asturias el día de los Centenarios de Covadonga, pero también en los debuts de Leonor en Oviedo y en Barcelona, especialmente en el Campoamor, donde insistió en que su hija menor estuviera ubicada en la mesa presidencial en lugar de en uno de los palcos junto a doña Sofía, como ocurriera en el estreno del entonces príncipe Felipe hace ya treinta años, cuando sus hermanas siempre estaban en otro plano.
Aunque la infanta Sofía es consciente de que es Leonor la que algún día ocupara la jefatura del Estado, los Reyes, y en especial doña Letizia, se esfuerzan para que entre ellas no haya diferencias, hasta el punto de que la atención que la consorte presta a su hija menor cuando acuden a algún acto oficial resulta llamativa, sobre todo si se trata de algún acontecimiento en el que la Princesa vaya a tener un papel especial.
En cualquier caso, hoy toda la atención será para la menor de la familia Borbón-Ortiz, aunque , claro está, no podrá haber una celebración como a Sofía le habría gustado.