Jan, el ‘fiel’ amigo que más echará de menos a Sofía en su marcha a Gales
La infanta Sofía pone rumbo a su aventura en Gales despidiéndose de su mascota
El gran contraste entre Leonor y Sofía en el inicio de su etapa en Gales
El ‘chic francés’ que comparten la Reina Letizia y la infanta Sofía
Este martes la infanta Sofía ha protagonizado un entrañable momento junto a sus padres, el Rey Felipe VI y Doña Letizia, previo a su marcha a Gales, donde, al igual que hiciera la princesa Leonor, cursará el Bachillerato Internacional en régimen de internado tras haber completado la Educación Secundaria Obligatoria en el Colegio Santa María de los Rosales de Madrid. Asimismo, también lo ha hecho con Jan, un perro de raza labrador negro del que la joven se ha despedido con cariño entre juegos y caricias, y al que seguro que echará mucho de menos durante su estancia en la nación constituyente del Reino Unido. Y viceversa.
Hasta hoy no habían trascendido imágenes de Jan. Algo que es de extrañar teniendo en cuenta que sí conocemos la existencia de Sara, una perra de la misma raza, aunque de color marrón, que el tercer hijo del matrimonio formado por los entonces Reyes de España, Juan Carlos I y Sofía, regaló a Leonor con motivo de su Primera Comunión, el 20 de mayo de 2015. Cabe recordar en este sentido, que tanto Leonor como Sofía y, en general toda la familia del Rey Felipe, son grandes apasionados de los animales y, especialmente, de los perros. Motivo por el cual durante veinticinco años, Don Juan Carlos tuvo en el palacio de la Zarzuela un criadero de Golden.
Así, antes de Sara, Pinqui, Balú, un fox terrier regalo de los reyes de Bélgica en 1983, el pastor alemán Arky, un shih tzu llamado Bobby o Pushkin, de raza schnauzer, han sido testigos de todo lo que sucede en Palacio y también en Marivent, una de las residencias de la familia real española situada en el núcleo turístico de Cala Mayor, en Palma de Mallorca. Este último, precisamente, copó varios titulares de la crónica social de nuestro país cuando falleció. Y es que la relación entre ambos era muy estrecha. Tanto, que según Jaime Peñafiel, periodista experto en Casa Real, «Felipe amaba tanto que a Puskin que, cuando la Reina Sofía decidió visitarlo en Washington, le pidió que le llevara a su mascota porque no toleraba un día más sin verlo».
Con Puskin, el Rey Felipellego incluso a compartir cama, eso sí, hasta la llegada de Letizia a Zarzuela, pues si bien a la monarca no le molestaba en sí tener al animal, sí lo hacía su presencia en el interior de la vivienda. «Lo primero que hizo Letizia fue prohibir que el perro durmiera en la casa. El rey Felipe lo pasó muy mal. Pero para evitar mayores problemas aceptó lo que ella había decidido y de Puskin no se volvió a saber», contó Peñafiel en una ocasión.
Las otras mascotas ‘royal’ europeas
Más allá de la familia real española los perros se han convertido en el animal de compañía por excelencia también fura de nuestras fronteras. Sobre todo, en la Corona británica. Ya Isabel II fue una apasionada de los perros y tuvo un corgis. Por su parte, Meghan Markle y el príncipe Enrique tras contraer matrimonio adoptaron a Pula, un labrador marrón que acogieron con los brazos abiertos; y Catalina Middleton y Guillermo tienen Orla, un cachorro que llegó a sus vidas tras el fallecimiento de Lupo, un cocker spaniel de color negro.