La Infanta Elena y García Revenga, una amistad a prueba de bombas
Revenga, el 'tonto útil' estalla
Revenga en su entrevista más esperada: “el Rey emérito me ha decepcionado”
Por sorprendente que pueda parecer la infanta Elena y Carlos García Revenga acudieron juntos a fiesta celebrada en la embajada de los Estados Unidos de América con motivo de las celebraciones del 4 de julio en las que se conmemora la independencia.
García Revenga fue durante 23 años el secretario de las infantas Elena y Cristina. Les dedicó una gran parte de su vida a ellas y a la Casa Real, donde era un hombre querido y respetado. Pero todo se truncó cuando fue imputado en el caso Noos y por tanto tuvo que dejar de trabajar para los Reyes, que entonces aún eran don Juan Carlos y doña Sofía. Fue imputado en enero de 2013 y desimputado en junio de 2014. Entonces su vida dio un giro de 180 grados.
A sus 59 años se vio sin trabajo, implicado en un caso de corrupción política y fraude fiscal y nada bien tratado por la Casa Real, en la que llevaba trabajando desde 1993. Durante mucho tiempo guardó silencio y esperó un despido digno del buen trabajo que considera que ha hecho al lado de las hijas del entonces Rey.
Pero eso no llegó y García Revenga no tuvo reparos a la hora de presentar una demanda para pedir lo que cree que le corresponde. A pesar de ello y aunque normalmente se muestra muy discreto ante los medios, acudió al programa de radio de Isabel Gemio ‘Te doy mi palabra’ el pasado mes de marzo y no dudó en hablar claro. Siente que ha pasado “de ser adorable a apestado” y quiso dejar claro que “no soy un tonto útil”.
No le tembló la voz a la hora de defender a la infanta Cristina “Se buscan continuamente conductas ejemplares. Y no seré yo quien defienda por ejemplo a Isabel Pantoja, pero también me molesta mucho que comparen a la infanta Cristina con ella porque está demostrado que en ningún momento ha manejado gastos más allá de la tarjeta, no ha tenido movimientos de dinero ni lo ha blanqueado».
Siempre la ha considerado su niña, a ella y a doña Elena. Además de su secretario fue su amigo, su confidente, su hombre para todo, una persona importante en su día a día. Por todo ello cree que no se le ha dado un trato justo, “el rey emérito me ha decepcionado”. Sin embargo, con las infantas sigue manteniendo una buenísima relación y no las responsabiliza en absoluto de sus desavenencias con la casa del Rey.
Prueba de ello es su presencia en la fiesta de la embajada junto a doña Elena, con la que se le vio divertido, confidente, relajado y cómplice. No se separaron en toda la noche, una noche de celebración en la que se sintieron muy cómodos entre ellos y con el resto de los invitados.