Felipe de los Belgas, contra las cuerdas: el incidente con doble lectura que ha puesto en jaque su seguridad

El rey Felipe de los Belgas se ha convertido en el inesperado protagonista de un incidente en las calles de Bruselas. El monarca se quedo literalmente atrapado en medio de una manifestación en la capital belga cuando regresaba a su residencia oficial tras un día de trabajo. Una imagen que nunca cabría haber imaginado ya que se supone que los miembros del personal de seguridad que se ocupa de velar por el bienestar de los royals están al tanto de los sucesos que ocurren en las zonas por las que pasan los vehículos oficiales y deben evitar cualquier tipo de altercado.

Look ha podido hablar con el especialista en Casa Real Belga, Wim Dehandschutter que, si bien no fue testigo directo del altercado, sí está al tanto de los detalles que lo rodean. Según el experto, el incidente ocurrió la tarde del miércoles. Aproximadamente quinientos manifestantes se concentraron en Bruselas tras la muerte de un hombre una hora después de su detención. A pesar de que la manifestación comenzó de una manera pacífica, acabó convirténdose en una batalla en plena calle con el rey Felipe como inesperado protagonista.

Según explica el experto, “el Rey acababa de terminar su trabajo en el Palacio Real de Bruselas, donde estuvo hasta las cinco de la tarde. Se dirigía a su casa, el Castillo de Laeken. Su coche personal, un Mercedes blindado negro, matrícula con el número 1, se atascó en medio de la manifestación”, declara. Pero no solo eso, también el coche de sus escoltas, un BMW X5 quedó atascado en medio de la multitud.

Los manifestantes lanzaban piedras y otros objetos, uno incluso llegó a alcanzar al coche del Rey, que se quedó atrapado entre las vías del tranvía. “el conductor del rey Felipe hizo un giro en U y pudo escapar de la escena”, revela el especialista. Según las fuentes a las que ha tenido acceso el periodista, “el Rey nunca estuvo en peligro y no tiene la sensación de que hubiera amenazas directas contra él”.

Sin embargo, lo que resulta extraño es que se llegase a producir esta situación. Tal como revela Dehandschutter, “en circunstancias habituales, el Rey tiene su propio equipo de conductores, que siguen una ruta diferente todos los días desde el Castillo de Laeken (su residencia) hasta el palacio real en Bruselas, y viceversa, precisamente para evitar problemas”. Esto es diferente cuando se trata de su tiempo libre, cuando conduce él mismo, aunque lleva vehículos de seguridad y está siempre protegido, por lo que en cualquier caso hubiera sido complicado que sufriera daños.

No obstante, este altercado ha abierto un gran debate en torno a la seguridad del Rey. ¿Cómo es posible que se encontrara en esta situación si existen medidas para evitarlo? La manifestación estaba anunciada y además los GPS actuales informan de cualquier tipo de inconveniente en las calles. ¿Está su equipo de seguridad lo suficientemente preparado para velar por el buen estado del monarca?. Bélgica paga ahora mismo quince millones de euros por la seguridad de la Familia Real, ¿cómo es entonces posible que sucedan cosas así?. ¿Quizás se haya tratado de un acto premeditado o un simple despiste?. No hay que perder la perspectiva de que la manifestación se organizó en protesta de la muerte de un joven subsahariano, lo que recuerda a las protestas que se originaron por la de George Floyd el pasado verano y que pusieron al propio rey Felipe en el punto de mira, ya que tuvo que pedir perdón por las actuaciones en el Congo de su antepasado, el rey Leopoldo II.

Por ahora, desde la Casa Real no se han pronunciado sobre la situación, aunque las redes se han llenado de comentarios y memes al respecto, algunos con tono más irónico, mientras que otros apuntan en un sentido más crítico: “ahora el Rey ve con sus propios ojos lo que ocurre en su país”.