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El príncipe Andrés es uno de los miembros de la realeza más polémicos. Son muchos los escándalos que han salido a la luz alrededor de su persona, hasta tal punto que Isabel II, antes de fallecer, le despojó de sus títulos reales. Ahora, fuentes cercanas al duque de York han asegurado que entre sus planes estaría seguir los pasos del príncipe Enrique, escribiendo sus propias memorias en un intento de lavar su imagen.
Una autobiografía en la que el príncipe Andrés estaría dispuesto a explicar todos los escándalos que le rodean. Fue en octubre de 2019 cuando empezó a caer en picado su imagen como ojito derecho de la Reina, cuando fue relacionado con el Caso Epstein. «La tercera vez que mantuve relaciones sexuales con Andy fue en una orgía en una isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes. Epstein, Andy, aproximadamente otras ocho chicas jóvenes y yo mantuvimos relaciones», explicó Virginia Giuffre en el documental El príncipe y el pedófilo.
En enero de 2022, la justicia rechazó los argumentos del príncipe con los que pretendía archivar la demanda de Virginia. A pesar de que se tendría que sentar en el banquillo, consiguió llegar a un acuerdo con la demandante. La cantidad que el hijo de Isabel II le pagó es confidencial, pero los medios locales apuntaron que podría suponer más de 14 millones de euros por su silencio. Cabe recordar que Giuddre aseguró ser víctima de tráfico sexual por Jeffrey Epstein y su mujer, un entramado que le llevó hasta el príncipe Andrés, motivo por el que interpuso una demanda por vía civil contra el duque de York, acogiéndose a la Ley de Víctimas Infantiles que nunca llegó a ningún puerto.
Tan solo dos meses después de cerrar este escándalo, salió a la luz uno nuevo. El Tribunal Superior investigó al duque de York a raíz de unos pagos sospechosos que tanto él como Sarah Ferguson recibieron de un ex banquero de Goldman Sachs, Seldman Turk, protagonista de una presunta estafa a una millonaria turca. Según comunicaron los medios británicos, Nebahat Isbilen denunció que Turk se había aprovechado de su fortuna para conseguirle un pasaporte nuevo para escapar de la persecución en Turquía. Al parecer, le explicó que debía hacer un pago de 750.000 libras al príncipe Andrés, que iba a actuar como mediador en este asunto.
Pero sus escándalos comenzaron mucho antes. A pesar de convertirse en un héroe militar al regresar de la guerra de las Malvinas, la imagen de playboy que volaba encima de su figura no tardó en protagonizar los primeros altercados. El primero tuvo como personaje principal a su novia, la actriz Koo Stark. Corría 1982 cuando el príncipe Andrés la conoció en una cita a ciegas y, tras un año y medio de relación, se plantearon pasar por el altar. Sin embargo, su historia de amor puso punto final cuando salieron a la luz unas fotos de la actriz en topless, algo que no gustó en absoluto a Isabel II. Y, por si fuera poco, la Reina fue testigo de cómo su nuera era protagonista de una película lésbica. Desde entonces, ni rastro de Koo Stark por Palacio. El principio de una vida rodeada de polémica en la que las mujeres cobraron especial protagonismo. Si la Reina le despojó de sus títulos reales, Carlos III en el poder dio un paso más: echar a su hermano del Palacio de Buckingham.