El único error de cálculo del intachable expediente de don Felipe
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Cumple 50 años y lo hace presumiendo de una carrera sin mácula. Felipe de Borbón puede estar orgulloso de haber devuelto el prestigio a una monarquía en crisis y de ser el monarca más preparado y profesional de Europa. Es prácticamente imposible intentar relacionar su nombre con el escándalo, porque su nivel de autoexigencia es tal que no se permite cometer fallos. Sin embargo, hace casi 18 años, el ahora Rey cometió un error de cálculo que ha dejado una apenas perceptible ‘mancha’ en su currículum.
El 11 de marzo de 2004, España entera se tiñó de luto ante la masacre terrorista más grave de su Historia. Una tragedia con la que la Corona quiso solidarizarse. El entonces Príncipe y su prometida suspendieron su despedida de solteros ‘oficial’ en señal de apoyo a las víctimas. Una fiesta que estaba prevista para unas semanas antes de la boda en uno de los reales sitios de Patrimonio Nacional cercanos a Madrid y a la que iban a asistir familiares y amigos.
La ‘pre-luna de miel’
Pese a que de cara a la galería habían mostrado su respeto a los afectados, don Felipe y doña Letizia no prescindieron de un ‘viaje secreto’ antes de su enlace. Una pequeña pre-luna de miel que no estuvo exenta de polémica.
La Semana Santa de dicho año, viajaron al Caribe para disfrutar de unos días de descanso con sus amigos, pero sufrieron un incidente que trascendió a los medios y que tuvo que ser explicado mediante un comunicado de la Casa del Rey. Antes de su regreso a España, el Príncipe y su prometida tuvieron un pequeño problema en el aeropuerto de Miami, donde iban a embarcar en un vuelo comercial hacia Madrid. Allí no solo fueron obligados a pasar por los controles y medidas de seguridad de cualquier otro pasajero, sino que además se efectuó un exhaustivo registro de su equipaje.
En el momento en que los policías de aduanas efectuaban el registro, los entonces prometidos fueron reconocidos por el alcalde de Miami-Dade, Alex Penelas, que puso remedio a la peculiar situación. Desde Casa del Rey se alegó que no se había avisado a las autoridades con la antelación suficiente del viaje de don Felipe y que él y doña Letizia prefirieron mantener el anonimato antes de romper los estrictos protocolos de seguridad que se estaban aplicando con motivo de los recientes atentados.
Aunque no se pudo confirmar, algunos medios publicaron en su momento que doña Letizia se sintió muy molesta por la situación, ya que incluso un policía intentó registrar su bolso cuando salió del cuarto de baño porque consideraba que había pasado demasiado tiempo dentro.
El ‘incidente’ de Miami dejó al descubierto las primeras de las numerosas vacaciones privadas de las que los Reyes han disfrutado después. Don Felipe y doña Letizia viajaron a las Antillas, cortesía de Lorenzo Mendoza, ‘El ingenierio’, presidente de Empresas Polar, al que conoció a través de López Madrid y que le habría hecho de carabina en otras ocasiones. Gracias a los medios del venezolano, que posee numerosas propiedades, así como avión privado, el Rey ha podido moverse libremente y pasar desapercibido.
Un lavado de cara
Tras el ‘contratiempo’ de Miami, los novios reaparecieron en la Misa de Pascua de Palma de Mallorca, apenas dos meses antes de su boda. Sin embargo, ya había trascendido su escapada en uno de los momentos más duros para la población española. Una situación que podía dañar de forma permanente la imagen del futuro rey y de su prometida, y frente a la cual había que tomar medidas.
Pese a que nunca se confirmó, es muy posible que los Príncipes cambiaran los planes originales de su luna de miel y optaran por un viaje más ‘modesto’ para acercarse al resto de los españoles. Una sabia decisión que permitió a doña Letizia ganarse la simpatía de la gente.
La pista de Nóos
Por si esto no fuera suficiente, en diciembre de 2013, un correo electrónico aportado por Diego Torres al juez Castro durante la instrucción del caso Nóos demostró que los entonces príncipes Felipe y Letizia nunca suspendieron su despedida de solteros, a pesar de que así lo habían anunciado como muestra de apoyo a las víctimas del 11-M. En dicho mensaje, Iñaki Urdangarin enviaba a un íntimo de la familia Pedro López de Quesada una lista de posibles invitados a la fiesta, que se celebraría en el mes de septiembre.