Tartera, kit del voluntario y paseos en libertad: las claves del nuevo trabajo de Iñaki Urdangarin
Iñaki Urdangarin ha comenzado una de las etapas más importantes de los últimos años. Tras quince meses sin salir la prisión de Brieva, este jueves el marido de la infanta Cristina ha empezado su voluntariado en el Hogar Don Orione, en la localidad madrileña de Pozuelo de Alarcón, donde acudirá dos veces por semana para apoyar a los trabajadores y voluntariados del centro.
Mientras que Iñaki se encontraba en el interior conociendo las instalaciones y a sus nuevos compañeros, el director del centro, Francisco Sánchez, ha realizado una rueda de prensa en la que ha explicado que sus tareas serán las de apoyar «a las unidades de movilidad, un segmento central donde está psicomotricidad, fisioterapia, donde se juega, se hace deporte». Si bien es cierto que su permiso es de ocho horas, en el centro solo estará unas cinco o seis horas cada día ya que en ese tiempo está incluido el del transporte desde Brieva a Pozuelo de Alarcón.
El tiempo que va a durar esta colaboración está en el aire y es que ni siquiera lo sabe el director, que le ha invitado a «estar todo el tiempo que quiera». Eso sí, mientras que forme parte del Hogar Don Orione podrá disfrutar de los mismos ‘privilegios’ que sus compañeros, es decir, de su propio ‘kit del voluntario’, consistente en «una camiseta y una identificación» y almorzar en la cafetería con el resto de trabajadores y voluntarios.
Pero solo si quiere, ya que el centro le ha ofrecido la posibilidad de que se traiga su propia tartera con comida. De momento, este jueves se ha llevado para almorzar dos manzanas y un plátano.
Pero ahí no queda todo y es que Iñaki Urdangarin va a tener una libertad de movimientos casi total. «Claro que puede salir. Por donde quiera. Lo normal es que salga como voluntario, haciendo las cosas, pero tiene libertad», ha asegurado Sánchez.
Con respecto a su actitud, el director del Hogar Don Orione ha asegurado que es «muy buena, fenomenal. Está agradecido a que el centro haya abierto las puertas al voluntariado este y, por otro lado, se ha mostrado muy colaborador. Todas las propuestas que le hemos hecho le han parecido bien, él mismo ha preguntado si nos viene bien este horario, porque él puede modularse para salir antes, llegar más tarde… Nos hemos adaptado los unos a los otros».